Paula, ganadora de «MasterChef Jr.»: «Quiero tener mil estrellas Michelin»

Aunque Paula tardó un par de años en convencer a sus padres para apuntarse a «MasterChef Junior», el camino ha merecido la pena. Esta catalana de 10 años no se separaba de la estatuilla que la acreditaba como la cuarta ganadora de la edición infantil del programa de cocina de TVE y Shine Iberia. «Como se me caiga...», bromeaba en su primera entrevista a los medios.

Horas antes, más de tres millones de espectadores (19,8%) vieron cómo, bajo la atenta mirada de Jordi Roca, Paula se impuso a su rival, Paloma, en la primera «final de chicas» con un menú de vanguardia: tartar de atún rojo, risotto de gamba roja y placton y una reinterpretación de clásico corte helado de fresa y nata. «Para ganar hay que arriesgar, y eran platos fáciles, como el risotto, con cosas más difíciles», explica orgullosa la pequeña, que logró preparar todos los platos en apenas dos horas. «Me concentré al máximo e hice lo que tenía que hacer», añade.

Esfuerzo y ambición

Esa exigencia le permitió cumplir su primer sueño, conventirse en vencedora del programa. Y ya tiene claro su siguiente objetivo: «Tener un restaurante y superar el récord de estrellas Michelin. Quiero tener mil. Y si no puedo ser cocinera intentaré ser actriz», confiesa.

El jurado destacó de ella su organización, ambición y limpieza. «En la televisión se veía a Jordi más estiradillo, a Pepe muy majo y a Samantha muy seria, pero en realidad son todos supersimpáticos», cuenta.

Lo más difícil de toda la aventura fue guardar el secreto de su triunfo hasta la emisión del programa. «Me ha costado bastante, y yo que hablo mucho...», reconoce. «Pero cuando mis amigos se enteraron se pusieron muy contentos y me felicitaron. Muchos se presentaron conmigo al casting y no entraron, pero ahora se van a volver a apuntar, así que iré a apoyarlos». Algo mejor lleva la fama que le ha dado el concurso. «La verdad es que lo llevo muy bien, me encanta hacerme fotos cuando la gente me lo pide», confiesa. En un segundo plano la observa orgulloso su padre, cuyo físico se convirtió en el blanco de las redes sociales durante la final del programa. «Sí amigas... el padre de Paula ha vuelto a las cocinas. Tranquilas por favor», comentaba con sorna la presentadora, Eva González, en Twitter.

Aprender en casa

Admiradora absoluta de Joan Roca, Paula reconoce que le gustaría volver a trabajar con Quique Dacosta, cuya prueba se le atragantó. Sin embargo, aunque suspira por la alta cocina, la pasión de esta pequeña por la gastronomía empezó en la cocina de su casa. «Tenía curiosidad por ver cómo preparaba la comida mi madre, luego empecé a ayudarla y así aprendí. Al principio hacía sobre todo pasteles, pero ahora hago también pasta y muchas cosas más», sostiene orgullosa.

«Me encanta la carne, y aunque no me gusta cocinar el pescado, sí me lo como», apunta. Pero los fogones no son su única pasión. También le gustan las princesas de «Frozen» y «Blancanieves», ir al teatro y tocar el piano y la guitarra. Con tantas destrezas, no podía ser mala estudiante. «No es que me gusten las matemáticas, pero se me dan bien», concluye.

Si Jefferson se ganó a los espectadores con su ternura y desparpajo, Paula lo ha hecho con su perfeccionismo y sus ganas de mejorar. De momento, cuenta con 12.000 euros y un curso de cocina para seguir aprendiendo.