Llega la Champions de «Pasapalabra»

Paz Herrera, Lilit Manukyan, Susana García, Alberto Izquierdo, Paco de Benito, José Manuel Lucia, Jero Hernández y David Leo –el ganador del bote más alto de la historia de «Pasapalabra»– volverán a enfrentarse desde hoy y hasta el próximo 28 de noviembre en la «liga de campeones» del popular concurso de Telecinco. El objetivo: hacerse con un premio final de 90.000 euros y convertirse en triunfadores de la segunda edición del «Bote Másters» del concurso. Todos reunidos como compañeros pero también como rivales, ya que además de la recompensa económica está en juego el orgullo de mostrar sus niveles de conocimiento.

«Va a ser una lucha de titanes. Los ocho concursantes se verán las caras en el plató del programa para volver a poner en juego sus conocimientos, destrezas y estrategias y demostrar quién de ellos es el campeón de campeones» comenta Christian Gálvez, presentador del programa.

En esta segunda edición de «Bote Másters», Paz Herrera, ganadora de la primera entrega de estos especiales, viene dispuesta a revalidar su título. «Aunque la cosa no está nada fácil. Mis compañeros –no me gusta llamarles rivales– son muy buenos».

Para esta tanda de programas se ha dejado a un lado la famosa silla azul y la prueba inicial. Tras un sorteo inicial, los ocho concursantes se dividirán en dos grupos de cuatro personas que competirán en una especie de liguilla. Los dos primeros de cada grupo pasan a semifinales. La final contará con los dos concursantes que hayan obtenido mejor puntuación en su grupo. Los finalistas optarán al premio de 90.000 euros, siempre que en esos días hayan conseguido completar el rosco en al menos una ocasión. De no ser así, el premio se reducirá a 30.000 euros.

Diez años con el rosco

Christian Gálvez lleva al frente de «Pasapalabra» desde 2007. «Estoy a punto de cumplir diez años. Es todo un sueño hecho realidad. Cuando me lo ofrecieron era para una sustitución de verano... Y este está siendo el verano más largo de nuestra vida», bromea el presentador, que no siente ni el más mínimo atisbo de fatiga. «Me levanto todas las mañanas dando gracias a Dios. Tengo los pies en el suelo y disfruto de lo que hago. O más bien son ellos (los concursantes) los que me hacen disfrutar», añade.

Respecto a los comentarios que se hacen sobre el éxito de «Pasapalabra», al que muchos tachan de «bicho raro» en una parrilla muy aficionada a los magacines y reality shows en directo, Gálvez tiene claro que la función de la televisión privada es entretener en el más amplio sentido de la palabra. «Este es un programa-concurso en el que se hacen preguntas culturales. La cultura y el entretenimiento pueden hacer una amalgama perfecta», afirma.

Aunque ha leído miles de roscos a cientos de concursantes, no tiene favoritos: «Todos son excelentes. Es como cuando a un niño pequeño se le pregunta a quién quiere más, a papá o a mamá». Tampoco tiene ganas de pasar al otro lado: «No concursaría ni con preguntas del Renacimiento… Ellos (los participantes) están a otro nivel».