Alejandra Andrade
Alejandra Andrade - CUATRO

«Fuera de cobertura», la vuelta de Alejandra Andrade a las calles de Cuatro

La periodista abandonó Atresmedia para emprender su proyecto más personal

Madrid Actualizado: Guardar
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«Alejandra baja la cámara», «La traductora no está autorizada para conceder entrevistas» y «Esas preguntas debes hacérselas al comandante» son algunas de las frases más repetidas por los responsables de la cárcel de Guantánamo. Intentaban controlar sin éxito el afán informador de Alejandra Andrade en la primera entrega de «Fuera de Cobertura» (mañana, 22.05), el nuevo espacio de la reportera en Cuatro. «Ella es inconformista, casi un potro desbocado, que por la historia mata», bromea Gonzalo Sagardía, productor del programa. «Pero nosotros teníamos que garantizar su supervivencia».

Empezar este nuevo espacio en «la cárcel más infame e injusta del mundo» podría ser casi un amuleto para la periodista que triunfó en Atresmedia con «Encarcelados» y «En tierra hostil», en los que formó equipo con Jalis de la Serna. Él se ha quedado en la empresa afincada en San Sebastián de los Reyes, mientras que Andrade decidió volver a la cadena que la vió crecer con «Callejeros». «Fue una decisión muy personal. Aquí he crecido y me he sentido muy bien. La conversación fue muy fácil. Les dije que quería hacer este proyecto con ellos», recuerda la periodista. «Levantó el dedo y había que darle un sí para que volviera», explica Mariano Blanco, director del área de entretenimiento de Cuatro.

«Fuera de cobertura» es, además del proyecto más personal de Andrade, un programa de «cocción lenta», que requiere meses y meses de producción para acceder a «lugares que están simbólicamente fuera de la realidad, o que pocas veces se pueden ver como los ve ella», añade el directivo.

Además de visitar Guantánamo, Andrade y su reducido equipo conocerán a traficantes de drogas que operan en el sur de España, experimentarán el acoso al que están sometidas las mujeres en El Cairo y charlarán con activistas rusos que luchan contra la homofobia. «Tenemos con mucho callo y mucha calle, pero no somos unos temerarios. Cuando realmente corremos peligro nos vamos. He visto el primer programa cientos de veces y no cambiaría ni una coma», afirma orgullosa Andrade, presumiendo también de la calidad visual del formato. «Creo que la gente que aparece estará contenta con el resultado. Aquí lo importante son las personas que denuncian estas situaciones y se la juegan en países como Rusia», zanja.

El equipo no quiere desvelar cuáles son los reportajes que se quedaron en el camino porque quieren seguir intentándolo en nuevas entregas. Tienen ocho entregas para ganarse la complicidad del público.

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