«Trust»: Los ricos también lloran, pero poco

La serie de Danny Boyle muestra las oscuras complejidades de la que era considerada la familia más rica del mundo

Silvia Montero

«Trust», la serie basada en el secuestro de John Paul Getty III comienza con una espeluznante escena en la que uno de los herederos de clan se suicida de una manera sangrienta y dolorosa. A pesar de formar parte de una de las familias más ricas del mundo, allá por los años 70, no parecía que la felicidad formara parte de su vida, al igual que les ocurría a otros miembros de la dinastía Getty.

Así, con esta escabrosa escena, Danny Boyle nos introduce dentro la locura que era la familia Getty, rica, riquísima, pero también disfuncional, extravagante y hasta desalmada. Aunque este último adjetivo tiene sus matices ya que no todos adolecen de insensibilidad ante el mal ajeno. Sí que se dibuja cierta crueldad en algunos de los personajes reales en esta historia sobre el que es probablemente el secuestro más famoso del pasado siglo .

John Paul Getty III, nieto del que era considerado el hombre más rico del mundo, fue secuestrado en Roma en 1973. Hechos reales que Boyle utiliza para crear esta serie en la que presenta unos personajes, que a pesar de existir no dejan de ser caricaturas en algunos casos o eso parece. Porque por muy excéntrico que sea el hombre que se puede bañar en oro no deja de asombrar al espectador que realmente tenga un harén de mujeres que se disputan pasar la noche con él. O una mansión tan grande como falta de calor humano, donde el único que parece tener corazón es el mayordomo. ¿Realidad o ficción? Posiblemente una mezcla de ambas que Boyle ha utilizado para crear una serie con su marca personal: una explosión continua de imágenes abrumadoras .

Boyle disfruta mostrando las complejidades del adusto abuelo del pobre secuestrado . Paul Getty fue el hombre que se negó a pagar el rescate por su nieto en repetidas ocasiones. Pensaba que estaba ante una transacción comercial y como en todas ellas había que negociar. Cuando se repartió humanidad este hombre llegó tarde y le tocó muy poca, aunque algo consiguió porque sí que podemos ver aprecio por el nieto secuestrado y alguna lágrima cuando cree que ha muerto.

El personaje de Paul Getty, interpretado por Donald Sutherland, se mueve en la repulsión que produce ver cómo lo reduce todo a decisiones empresariales; el desprecio profundo que siente por sus propios hijos y el trato que da a las mujeres que le rodean como meros objetos contratados para dar placer. Abominable podríamos decir, pero Boyle deja que se muestre un atisbo de alma cuando parece sufrir al ver que el tira y afloja con los secuestradores podría fallar.

En contraposición al frío abuelo, está la madre del secuestrado, interpretada por Hillary Swank, que representa la dignidad y el amor que no se ve en los Getty. Ella no lo es, solo es la madre de uno ellos y puede que gracias a estar alejada del clan parece un ser humano con sentimientos.

Boyle nos da grandes momentos con esta serie, pura buena televisión, pero sobre todo lo que hay que agredecerle es que haya hecho renacer de sus cenizas a actores que empezábamos a olvidar . No solo Swank, también Brendan Fraser -cuánto le echaba de menos como fan de las aventuras de La Momia- que da vida al jefe de seguridad enviado a Italia por Getty para negociar la liberación. Un papel que parece hecho a su medida, el del texano incapaz de separarse de su sobrero vaquero ni en las peores situaciones. Un personaje, que a pesar de los momentos arduos es capaz de sacar una sonrisa con sorna, puede que sea cuestión de humor texano o por templaza que le da ser ex CIA, veterano de Vietnam y algunas cosas más.

Es este el personaje que nos da una de las claves sobre esta historia, que muchos ya nos imáginabamos al ver nuestras cuentas bancarias con pocos o ningún cero: los ricos no son como nosotros. Y esta serie basada en un hecho real parece que nos quiere contar eso. ¿Qué mecanismos se mueven en la cabeza de un hombre que tiene el dinero por castigo pero se niega a pagar 17 millones de dólares por la vida de su nieto? Y estamos hablando además de un nieto que le cae bien, porque si fuera otro...

¿Qué hace que una persona que es inmensamente rica sea infeliz y parezca querer que la vida de los que le rodean sea igual de miserable? La respuesta puede ser que el dinero no da la felicidad, muy manida pero que es lo que nos cuenta Boyle en esta serie donde los ricos lloran, pero poco, sin excesos porque el orgullo multimillonario no les da para más.

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