Actualizado:20/02/2017 06:47h
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Enrique Cerezo en el Archivo de ABC en una imagen de archivo- Ignacio Gil Enrique Cerezo, productor y presidente de Egeda -Pregunta: ¿Puede ayudar el Museo del Cine a la industria?
-Respuesta: La industria siempre necesita ayudas, y sobre todo al público, pero yo creo que crear un museo de cine en la ciudad de Madrid es uno de los retos que tiene que tener el Ministerio de Cultura: toda la historia, toda la tradición, que se pueda ver bonito todo lo que se ha hecho anteriormente en el cine, que es fantástico y maravilloso, tiene que estar reflejado en algún sitio. Y qué mejor que en un museo que sea exclusivamente para el cine y que la gente a la que le gusta el cine, que lo ama, pueda visitarlo y disfrutar de las maravillosas obras de arte que hay tanto de carteles como de máquinas y otros elementos que han hecho que el cine sea uno de los factores más importantes de la cultura del mundo.
-P: ¿Los españoles saben valorar su historia del cine?
-R: Los españoles lo saben valorar, lo que pasa es que no lo ven. El cine está, en la Filmoteca y en muchísimos sitios, y tiene que ser objeto de exposiciones permanentes donde la gente pueda ir y disfrutar.
-P: ¿Dónde le gustaría que estuviera?
-R: Gracias al trabajo y labor de la gente del Ministerio de Cultura parece que se va a hacer en la antigua tabacalera.
-P: ¿Qué joyas no podrían faltar?
-R: Yo como buen aficionado creo que casi todo el cine español es una joya. Y esto se puede ver estos días, en el ciclo que ha programado La2 de TVE. El otro día, una película como «Mi tío Jacinto» hizo casi un millón de espectadores, y eso es una gran alegría para todos los que queremos el cine y para poder decir que todos estamos con nuestro cine, que es el cine español. Me gustaría que, como hay museos del deporte o de pintura, la gente pudiera ver uno de cine, con esas grandes obras que hay. Y también con cómo se hizo, por qué se hizo y para qué se hizo el cine. Y sobre todo una cosa que para mí es importantísima, que después de una visita a un gran museo se pueda ver una buena película española. Las obras maestras son las muchísimas películas buenas que se han hecho. Creo que el cine español está lleno de buenas obras, maravillosas. Desde las de Pablito Calvo, pasando por las de Rafael Gil, José María Forqué, Buñuel... todas. Siempre hay buenas obras en cada autor.
-P: ¿Cedería su patrimonio?
-R: Si me lo piden saben que mi patrimonio cinematográfico está a disposición del patrimonio español, y si lo maneja el Ministerio de Cultura estará a su disposición.
Enrique Herreros en 2011 Enrique Herreros, publicista de cine -P: ¿Por qué es importante un museo para el cine?
-R: Porque es la única manera de conservar el pasado, el presente y el futuro del cine. La gente no valora absolutamente nada el cine, ni a los pintores, ni a los escritores. Solo lo lamentan el día que se muere alguien para ir al tanatorio a hacerse una foto.
-P: ¿Qué no debería faltar en ese museo?
Habría que saber qué es lo que hay y dónde está. Un elemento importante es Enrique Cerezo: conserva no solo cientos de películas sino el material publicitario y los documentos de las mismas.
-P: ¿Cedería el material que tiene?
-R: Yo conservo mucho material, a menor escala que Cerezo, pero por ejemplo guardo los carteles que mi padre pintó antes del 36, carteles que en el Cultural del ABC del 4 de febrero de 2017, en un artículo del bueno de Felipe Hernández Cava sobre Serni, dice que mi padre, Josep Renau y Serni son los mejores creadores de carteles entre el 20 y el 36. Pero yo estoy muy mal enseñado con las donaciones, porque una se pasó 19 años en un sarcófago. También con cierta localidad hice otro acuerdo y también salió fallido, estoy muy escarmentado en esto. Tengo 89 años y para meterme en esa operación no tengo edad.
Mariano Barroso, junto a la presidenta de la Academia de Cine, Yvonne Blake, y la actriz Nora Navas- J. R. Ladra Mariano Barroso, vicepresidente de la Academia de Cine -P: ¿Por qué es necesario el Museo ?
-R: Es un lugar en el que preservar la memoria del cine español. Y no sólo como centro de preservación del cine, sino como lugar de encuentro de toda disciplina o actividad que tenga que ver con el cine y las artes audiovisuales y ayude a su difusión. La intención es que se convierta en la referencia y centro de la actividad cinematográfica española, que acerque el cine a los ciudadanos y extienda el cine español por el mundo. Para ello debe contar con una colección permanente, exposiciones temporales, y poner en marcha proyectos educativos que tengan la imagen como eje central. Existen museos del cine en las principales ciudades europeas (París, Lyon, Londres, Viena, Ámsterdam, Berlín, Turín…). En Nueva York está el Museo de imagen en movimiento y se acaba de proyectar un museo del cine en Hollywood. Madrid no tiene museo del cine, la única referencia museística son colecciones privadas, por lo que este proyecto revertirá esta situación y contribuirá a convertir a Madrid en la Ciudad del Cine.
-P: ¿Qué nos aporta como industria y como país un museo así?
-R: La relación entre la sociedad y el museo justifica su existencia. La necesidad de acercar el cine a nuestra sociedad sería el principal objetivo del museo. Es un momento ideal para romper la barrera que hay entre el cine y la sociedad. Sin duda su existencia contribuiría a romper esa distancia. Por supuesto, el proyecto debe tener en cuenta los principios de igualdad, inclusión, respeto a la diversidad y participación, entre otros. En la vertiente científica, una parte del museo debe comprender un área de investigación y desarrollo para el mejor conocimiento y asesoramiento a profesionales y aficionados.
-P: ¿Qué piezas imprescindibles no deberían faltar?
-R: Nuestro país dispone de elementos que son Historia del cine. Con frecuencia olvidamos que muchos de nuestros cineastas han marcado y siguen marcando la dirección en muchos aspectos de la cinematografía mundial. El otro día tuve la oportunidad de contemplar en el Archivo de la Academia de Cine guiones originales de Luis Buñuel. Un guión original de Pedro Almodóvar o de Rafael Azcona debe estar ahí. Los bocetos de vestuario de películas clave de nuestra historia, los dibujos que hace Carlos Saura para preparar sus películas, inventos originales de Segundo de Chomón o de José Val del Omar…
José Luis García Berlanga, director de cine -P: ¿Por qué es importante un Museo de Cine?
-R: Lo que es importante es que España tenga películas y tenga cines, porque nunca ha sido la historia retratada como en este siglo lo han hecho las películas.
-P: ¿Qué no debe faltar en el Museo?
-R: Es importante que la gente vea el progreso, cómo se han ido haciendo todos los avances. Y se deben recuperar lo que se está perdiendo, porque las familias ya no guardan nada. Todo lo que se pueda guardar ahí y que sirva para investigar me parece importantísimo.
-P: ¿Cedería su archivo con las obras de su padre?
-R: No se cómo quieren que sea el museo del cine. Lo que nosotros tenemos prefiero que vaya a la Biblioteca Nacional, lo que nosotros conservamos (33 inéditos, toda su vida en cartas, carteles, fotos, carnés... Hay maravillas) es mucho más para historiadores y creo que la Biblioteca sería el destino ideal.
Fernando Rodríguez Lafuente- Maya Balanya Fernando Rodríguez Lafuente, periodista -P: ¿España ha sabido valorar su historia del cine?
-R: El cine es esencial en la construcción del imaginario colectivo de España. Ha habido diferentes etapas. En las primeras épocas, en lo que es desde su nacimiento hasta la Guerra Civil, el cine español goza de una enorme popularidad. Hay películas como «Morena Clara», del 36, de Imperio Argentina, que llega a estar pasándose en los dos bandos gracias al tirón de la popularidad de la actriz y su director, que era enorme. Es un ejemplo de cómo el cine había calado en la cultura popular española. Los cines se llenaban y aparece esa especie de Broadway madrileño que es la Gran Vía y se construyen edificios como grandes catedrales de cine. En el franquismo, el cine sigue la variante nacional católica y la gente prefiere cine norteamericano, pero sigue la afluencia a salas. En Madrid había un cine casi en cada esquina. Era la fábrica de sueños de un pueblo hambriento y que pasaba frío. Después hay un momento formidable con directores como Bardem y Berlanga que empiezan a contar la realidad española, con obras como «Bienvenido, Mister Marshall» o «Esa pareja feliz», que les muestra a los españoles lo que ellos son. Y eso es formidable. Después, la recuperación de Buñuel con «Viridiana», películas como «Asignatura pendiente» de Garci, se vuelve a mostrar la relidad española. Ahora estamos viviendo un formidable momento del cine español, películas que vuelven a lo que el público siempre ha querido, que hable de los problemas de la gente y no de historias un tanto esotéricas.
-P: ¿Por qué sería necesario un lugar como un museo?
-R: Tenemos un lugar notable que es la Filmoteca, pero el museo del cine debería recuperar además de las películas bien restauradas todos los elementos que configuraban la magia del cine, desde butacas, aspectos decorativos, lo que era entrar a un cine... Recuperar por ejemplo una sala de sesión continua sería formidable porque buena parte de la memoria de los españoles está en el cine, más que en la literatura: en el siglo XX la memoria está en el cine y en el fútbol, los grandes fenómenos de masas.
-¿Qué habría que guardar?
-R: Desde decorados, «story boards»... En «Revista de Occidente» acabamos de publicar un inédito de Berlanga con los dibujos de la película. Todo recopilado en un museo sería fascinante. Lo que tienen que hacer es crear un equipo para recuperar los patrimonios individuales o particulares dispersos y que se podrían reunir allí. Entre la Filmoteca en cuanto a las películas en sí y el museo en cuanto a los objetos del cine podría ser maravilloso en un país como España, que ha tenido al cine como uno de los emblemas de su propia identidad a lo largo del siglo XX.
-P: ¿Le gusta la opción de Tabacalera?
-R: Me parece bien si se refieren al edificio del siglo XVIII de Embajadores, que es formidable, muy cercano a Lavapiés, a lo que era el cine popular y de barrio. Un museo allí que albergara exposiciones temporales, seminarios... Sería estupendo.
-P: ¿Qué no podría faltar?
-R: Tendría que aparecer algo relativo a Buñuel, desde luego, algo relativo a Berlanga también, serían los dos grandes directores del cine español. El cine es muy fetichista. Los objetos que hemos visto, los trajes de Escarlata en «Lo que el viento se llevó», esos iconos que han marcado a generaciones enteras de españoles.
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