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«La La Land»: Y Hollywood volvió a bailar

Las productoras apuestan por el género musical tras el millonario éxito de la cinta de Damien Chazelle

MADRID Actualizado: Guardar
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El sonido que más les gusta bailar a las grandes productoras de cine es el del dinero. Y «La La Land» ha puesto a danzar a los principales creativos de Hollywood. Razones no les faltan. El presupuesto de la cinta protagonizada por Ryan Gosling y Emma Stone era de 30 millones de dólares y ya ha recaudado más de 135 en todo el mundo.

Los números muestran que al público le gusta la idea. Y si algo gusta, se repite la fórmula: al menos 20 proyectos están en marcha bajo la etiqueta de «musicales» en IMBD, la principal base de datos del mundo del cine. El más cercano en su estreno es «La bella y la bestia», adaptación del clásico producida por la propia Disney.

Cuenta, como mayor atractivo, con el protagonismo de Emma Watson y la curiosidad de que Ryan Gosling rechazó el papel de Bestia para poder rodar «La La Land». Además, Disney prepara también «Bob: el musical», con el director de «The Artist» y Tom Cruise al frente, según los rumores. Por su parte, Fox lanzará en España en enero de 2018 «The Greatest Showman», con Hugh Jackman de protagonista cantando 12 canciones originales. Universal no se queda atrás con otro musical, todavía sin nombre, que contará con las letras de Stephen Schwartz, ganador de tres Oscar por sus composiciones.

Uno de los más ambiciosos es «Wicked», previsto para dentro de dos años. Stephen Daldry, director de «Billy Elliot», se pone al frente de esta adaptación de «El mago de Oz». Y es que esta nueva vida del cine musical no es más que eso: un revival. El género ha vuelto, y aunque «La La Land» es original en su propuesta, está inspirada en clásicos de la edad dorada de Hollywood. «Vimos "Cantando bajo la lluvia" todos los días durante las dos semanas que duró el rodaje», aseguró Ryan Gosling en la presentación de la película en el Festival de Palm Springs. Además, Damien Chazelle ha reconocido que «Los paraguas de Cherburgo», un musical francés de 1964, es su mayor inspiración.

En realidad la taquilla nunca ha dado la espalda a los musicales. En los últimos años muchos pasaron por las salas con gran éxito. Ejemplos como «Moulin Rouge», en 2001; «¡Mamma Mia!», en 2008; «Nine» en 2009; «Los miserables», en 2012 o «Into the Woods» en 2014 son solo algunos. En realidad, el problema estuvo siempre en las productoras. En el miedo a dar al público algo que creen que no le puede gustar. Un ejemplo de este temor lo publicaba esta semana «The New York Times». Antes del estreno de «Moulin Rouge», 20th Century Fox ocultó en los tráilers cualquier actuación que pudiera dar señales de que se trataba de un musical porque no confiaban en que nadie fuera a pagar una entrada por algo así. Se equivocaron. «Moulin Rouge» recaudó 180 millones en todo el mundo, en buena medida por el boca a oído de los espectadores.

Más estrenos

Este año traerá sorpresas en el género. El regreso de Terrence Malick con «Song to Song», una historia de amores cruzados con la música como telón de fondo y un elenco inabarcable: Michael Fassbender, Ryan Gosling, Christian Bale, Cate Blanchett, Haley Bennett, Natalie Portman, Val Kilmer y Benicio Del Toro. También, un biopic de Freddie Mercury titulado «Bohemian Rhapsody» y una comedia de Gwyneth Paltrow, Reese Witherspoon y Cameron Diaz con el nombre de «One Hit Wonders». Para 2018 se espera otro biopic musical, «Rocketman», sobre la vida de Elton John y que él mismo ha producido.

Y la rueda seguirá girando hasta que se pare por cansancio de los seguidores. O no, porque las jóvenes audiencias siguen creciendo bajo la influencia del musical. Ahí están taquillazos com «Frozen» (más de mil millones de euros desde su estreno) o, más recientemente, «¡Canta!», «Vaiana» y «Trolls».

España canta poco

Durante el franquismo, el cine musical dominaba los cines. Copla, patria y estrellas como Manolo Escobar, Concha Velasco, Raphael, Marisol o Rocío Durcal eran la apuesta segura para que los españoles abarrotaran los cines. Después, en los 80, Carlos Saura cerró el círculo con sus obras maestras como «Bodas de sangre» (1981), «Carmen» (1983, nominada al Oscar) o «El amor brujo» (1986). En los 2000 nuestro país vivió un pequeño auge con «El otro lado de la cama» en cines y «Paco y Veva» en televisión. Pero poco más. El musical quedó para el teatro.

Mientras, en Hollywood, la propuesta de Damien Chazelle ha puesto a bailar a una industria que tiene el género musical en sus orígenes. Y eso pese a lo que decía el personaje de Gene Kelly en «Cantando bajo la lluvia»: «No voy mucho al cine porque me canso. Cuando se ha visto una película, ya se han visto todas».

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