La La LandRyan Gosling y Emma Stone, el éxito de una pareja de cine con chispa

«Me siento orgullosa de mí misma cuando veo que lo he dado todo. Yo quería ser actriz para controlar mis ansiedades, sin embargo, este trabajo me exige lo contrario, me obliga a ser vulnerable y dejarme llevar», confiesa Emma Stone, actriz premiada por «La La Land» el pasado fin de semana, que deslumbra con su talento a plazo fijo película tras película.

«Te confieso que estoy más entusiasmada que nunca con mi carrera. Hice Cabaret en Broadway, luego La La Land y después rodé Battle of the Sexes. Tres experiencias tan increíbles como reconfortantes», asegura Stone, que habla con naturalidad, con la espontaneidad que imprime a los personajes.

Emma Stone y Ryan Gosling, los protagonistas de «La La Land», forman una de las pocas parejas cinematográficas que hoy en día tienen chispa

. Los críticos se han rendido ante su nueva aventura fílmica, no en vano, en los pasados Globos de Oro, se llevó el record de siete galardones.

El dúo repite por tercera ocasión en su carrera, tras «Crazy Stupid Love» y «Gangster Squad», convertidos en Mia y Sebastián, dos artistas que aspiran al estrellato. «Yo no busco la pureza en al arte como mi personaje, no lo entiendo en blanco y negro. No soy tan purista», confiesa Ryan Gosling, siempre parco en palabras. Bajo la dirección de Damien Chazelle, el actor aprendió a tocar el piano, a bailar claque, e incluso la historia del jazz. «Mi conocimiento de este estilo de música no estaba a la altura del nivel de mi personaje y tuve que pasar muchas horas aprendiendo», reconoce Gosling.

En «La La Land», el cineasta crea una de las mejores secuencias entre el tráfico que se recuerdan, un retrato de cómo navegan su día a día los angelinos. «A pesar de lo maltratada que ha sido esta ciudad, a mí me encanta», reconoce Ryan Gosling, que mira inquisidor a Emma Stone para que añada su historia sobre Tinseltown. «Con quince llegué a LA cargada de sueños. Sabía que quería ser actriz, pero no a qué puerta debía llamar», explica divertida.

«La La Land» es una derroche de color, de música, de baile, pero también una mirada a las curvas en el camino al éxito. «Es un sentimiento terrible vivir en Los Ángeles llena de sueños y que nadie te llame para una prueba. Lo viví y me cuestioné si iba a tener que volver a casa con un fracaso. A mis quince años no lo tenía nada claro, sin embargo, vi un anuncio de la audición «In search of the Partridge Family» y me apunté. Terminé consiguiendo el papel y un manager. Extrañamente, eso consolidó mi presencia en Hollywood y me brindó la oportunidad de participar en más audiciones», admite la actriz.

La suerte de Emma Stone llegó de la mano de la directora de casting Alison Jones que poco después la contrató para rodar «Supersalidos». «Gracias a ella conocí a Jude Apatow y cambió mi vida. En ese sentido me identifico con Mia porque tuve a alguien que apostó por mí». Stone llama suerte a la tenacidad, a su incombustible energía positiva. «Si tienes un sueño, debes luchar por lograrlo. Si quieres algo, ve a por ello incondicionalmente». Un Globo de Oro y el Oscar a la vuelta de la esquina son el resultado de su tesón.