Premios Goya 2018

Los mejores momentos de la historia de los Goya

Las lágrimas de María Valverde y Daniel Guzmán, Antonio Resines y su rap, los tacones rojos de Dani Rovira o el beso a tres bandas entre José Coronado, Carmen Machi y Santi Millán quedan para el recuerdo

Dani Rovira y J.A. Bayona en la pasada edición de los Goya Belén Díaz
Alex Jiménez

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Esta noche se celebra la 32ª edición de los Premios Goya, que galardonarán a las mejores películas que vieron la luz en el cine español en 2017. Con «Handia», «Verano 1993» «La librería», «El autor», «Verónica» o «Abracadabra» como grandes favoritas a los «cabezones», la gran duda –más allá de los premios– reside en los grandes momentos que dejará tras de sí la gala, que se celebrará en el Hotel Madrid Marriot Auditorium de la capital. [Sigue en directo los Premios Goya 2017: mejor película, actor, actriz y todos los gandores]

El discurso de apertura de los «chanantes» Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes, presentadores de la gala, promete y mucho, aunque seguro que no será el único gran momento que dejará la noche. Y es que la noche por excelencia del cine español siempre ha dejado instantes para la historia, como el emocionante discurso de Daniel Guzmán de hace dos años cuando recibió el Goya a Mejor Dirección Novel que le dedicó a su abuela por «A cambio de nada», pero también otros como el beso entre Karra Elejalde y Dani Rovira o el «trío» entre Carmen Machi, José Coronado y Santi Millán. Estos son algunos de los grandes momentos que ha dejado la noche de los Premios Goya a lo largo de sus 32 ediciones:

En la gala de los Goya del año 2012, Antonio Resines, uno de los actores de referencia del cine español en las últimas décadas, se atrevió a participar en un rap en pleno directo junto a «El Langui», Tito Valverde, Javier Gutiérrez y Juan Diego. El momento fue de lo más hilarante, sobre todo por el instante en que Resines saltó al escenario y cantó... solo Dios sabe qué. Tiempo después, el propio actor, que tiene un sentido del humor bastante sano, se rió del propio momento y lo calificó como uno «de los mejores momentos» de toda su vida como actor.

Una de las grandes novedades que dejarán este año los Goya será la ausencia de Dani Rovira como presentador de la gala. El protagonista de «Ocho apellidos vascos» fue el conductor de las tres últimas noches de los Goya, aunque en esta ocasión ha decidido ceder el testigo a Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes. Sin embargo, en 2015 sucedió algo casi inédito en la historia de los premios y que solo había sucedido una vez en las 32 ediciones de los mismos: que el presentador de la gala recibió un Goya. Rovira fue premiado como Mejor Actor Revelación por su papel en la comedia que coprotagonizó junto a Clara Lago y Karra Elejalde y su ilusión fue más que palpable. El presentador se había sentado ante el gran momento, que celebró con un beso con Clara Lago, su pareja. «Hostia, ¿cómo se hacen tantas cosas a la vez?», se preguntó en el discurso, visiblemente emocionado, en el que agradeció entre lágrimas a toda la gente que le ha ayudado a poder vivir «el universo y la galaxia» en los que se sumió tras su irrupción.

Carmen Machi fue la encargada de presentar la gala de los Goya en el 2009 y una de las grandes estrellas de la noche. «Se preguntarán ustedes que hago yo presentando esta gala. Muy sencillo: los señores de la Academia supieron cómo convencerme», dijo antes de presentar los premios a Mejor Actor de Reparto y Mejor Diseño de Vestuario, antes de que irrumpiera en el escenario José Coronado y le diera un apasionado beso sin apenas mediar palabra. «Pero no ha sido ésta la única razón», prosiguió la actriz. En ese instante, apareció en escena Santi Millán, que repitió la acción de Coronado. Aunque en mitad de la controversia, la cosa no quedó ahí y Millán y Coronado se fundieron en otro beso. Coronado pareció el más sorprendido de todos. «Perdón, perdón. Se me ha calentado la boca, macho», se disculpó Millán, víctima de la adrenalina del momento. Ambos entregaron después ambos premios.

En la gala del pasado año, Dani Rovira, en su monólogo de apertura, se acordó de algunos de los nominados, a los que hizo protagonistas de sus chistes. Raúl Arévalo o Rodrigo Sorogoyen no pudieron escapar a su humor, como tampoco Juan Antonio Bayona, premiado por «Un monstruo viene a verme». Sin embargo, al proyectar una imagen suya de pequeño en la pantalla… la organización de la gala cometió un error y exhibió una fotografía de Carlos, el hermano gemelo de Bayona y que estaba sentado justo a su lado.

El cineasta no pasó por alto el fallo y así lo hizo ver en pleno directo. «¡Es mi hermano!» , dijo, mientras le enfocaban las cámaras. El instante no pasó desapercibido y, aunque anecdótico, Bayona lo comentó después en las redes sociales, en una foto que subió junto a sus padres, su hermano, y su «cabezón» como Mejor Dirección por su monstruo. «Estamos aquí discutiendo quién es el de la foto. Mi hermano dice que soy yo; y yo digo que es él», publicó en su Twitter.

Uno de los grandes momentos que ha dejado las últimas ediciones de los Goya, sin lugar a duda, fue el discurso de agradecimiento que pronunció Daniel Guzmán en 2016 tras recibir el galardón a la Mejor Dirección Novel por «A cambio de nada». Al subir al estrado, el actor y cineasta no pudo evitar emocionarse al dedicarle el premio a su abuela, Antonia Guzmán, nominada a Mejor Actriz Revelación por su papel en la película de su nieto. «Sobre todo, gracias a ti abuela. Gracias a ti, me he levantado año tras año cuando estaba en el suelo y cuando nadie creía en esta película. Eres mi estrella y has conseguido hacer con 93 años lo que yo nunca podré hacer», dijo con los nervios a flor de piel, antes de añadir que su premio era «para ella». La mujer, que ahora tiene 96 años, no pudo completar el doblete (el premio fue para Irene Escolar por «Un otoño sin Berlín»), pero su alegría y emoción fueron de lo más palpables.

Karra Elejalde y Dani Rovira han formado una de las parejas más entrañables en el cine español los últimos años. Su historia de amor-odio en «Ocho apellidos vascos» y en su secuela, «Ocho apellidos catalanes» con Clara Lago (hija de uno y novia del otro en la película) de por medio, cautivó a media España. A la otra media la conquistaron con la fantástica historia de «100 metros», en la que también viven una relación tan intensa como bonita.

Sin embargo, en la gala del pasado año, Rovira le recordó a Elejalde que no se llevó el premio a Mejor Actor de Reparto por su papel en «100 metros», aunque entonces sucedió algo inesperado. En pleno directo, Rovira se sentó junto a Elejalde y mantuvieron una sincera conversación. «Yo te quiero», le dijo el reconocido intérprete vasco. «Yo te quiero más», le espetó Rovira, antes de besarle la mejilla. En ese instante, Elejalde le besó en la boca, para sorpresa general. El más perplejo parecía Rovira, más todavía cuando, segundos más tarde, Antonio de la Torre apareció con un megáfono detrás de los dos y gritó: «¡Arriba España!». «Antonio, contente. Tranquilo», le dijo Rovira.

Sin duda alguna, otro de los momentos más emotivos de los Goya a lo largo de su historia lo protagonizó en 2004 María Valverde. A sus 16 años, la intérprete estaba nominada a Mejor Actriz Revelación por su papel en «La flaqueza del bolchevique», la película en la que debutaba en la gran pantalla y que la joven protagonizaba junto a Luis Tosar, bajo la dirección de Manuel Martín Cuenca.

Sus dotes cinematográficas no pasaron desapercibidos y Rossy de Palma y Daniel Freire anunciaron que la joven se llevaba el «cabezón», para su total sorpresa. En ese instante, Valverde rompió a llorar y apenas pudo levantarse de su asiento. Cuando por fin lo consiguió, sus lágrimas no remitieron en su camino hacia el escenario del Palacio de Congresos de Madrid, donde se celebró el evento. «No sé qué decir. Hace unas semanas me dijeron que me intentara preparar algo, pero no puedo», dijo, antes de volver a romper a llorar tras recibir el galardón. A pesar de su juventud, la artista demostró mucha madurez: «Creo que este premio también es para Verónica (Sánchez), para Nathalie (Poza) y para Elisabeth (Gelabert) –las otras tres nominadas–». «Me gustaría romperlo en cuatro partes y que cada una nos quedáramos un trozo».

La gala del pasado 2017 dejó grandes instantes. Otro de ellos lo protagonizó Dani Rovira, cuando en un momento de la misma, se puso unos tacones rojos para reivindicar la importancia de las mujeres en todos los ámbitos sociales. Un gesto simbólico, pero muy relevante. «¿Qué por qué me pongo tacones? Para ponerme en vuestros zapatos. Es verdad que todos los años se reivindica lo mismo, pero creo que es necesario que cada año se reivindique. Porque creo que hay que seguir potenciando el papel de la mujer en todos los puestos de la sociedad. Pero sobre todo, hay que seguir reivindicando que las mujeres ocupen puestos de toma de decisiones. Y en el cine, siguen haciendo falta mujeres que hagan películas», sentenció, entre los aplausos del respetable. Tras ello, se acercó al director Pedro Almodóvar y le pidió que le firmase un tacón.

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