Las cinco películas más míticas de Roger Moore

1. «Los locos de Cannonball» (1981)

Una frenética carrera de coches con personajes variopintos vertebra esta comedia de los ochenta, dirigida por Hal Needham.

2. «Solo para sus ojos» (1981)

Fue su quinta película encarnando a James Bond, del año 1981. La dirigió John Glen, y compartió reparto con la francesa Carole Bouquet.

3. «El hombre de la pistola de oro» (1974)

«El hombre con la pistola de oro» fue su segunda toma de contacto con el superagente Bond. Estrenada en el año 1974, tuvo como director a Guy Hamilton.

4. «Vive y deja morir» (1973)

Supuso el debut de Moore como James Bond. Quizá por ello sea una de las más míticas de las que coforman la filmografía del difunto actor.

5. «La espía que me amó» (1977)

Su tercera interpretación del agente 007 estuvo dirigida por Lewis Gilbert. Fue la que mejores críticas recibió de cuantas fueron interpretadas por Moore.

6. «Moonraker», «Octopussy» y «Panorama para matar»

Roger Moore pasaría a la historia como el James Bond después de Sean Connery. El actor protagonizó siete películas como el agente secreto 007.

En «Moonraker» (1979), se vio envuelto en una trama estrechamente relacionada con la aventura espacial. En la cinta, que fue nominada al Oscar a Mejores efectos visuales, tendría que evitar que el millonario Hugo Drax acabe con la humanidad.

Cuatro años más tarde, en «Octopussy» (1983), se adentró en la Guerra Fría. En la película Bond empieza a investigar una red de traficantes de arte robado y termina descubriendo una conspiración que pretende desatar un conflicto nuclear.

Su última obra como James Bond fue «Panorama para matar». En ella, el actor se despidió de la saga desenmascarando a Max Zorin, un espía de la KGB que amenazaba con dominar el mundo a través de unos revolucionarios microchips.

7. El Santo

En los años 60, el célebre actor también interpretó a un personaje icónico: Simon Templar. La serie, que tuvo seis temporadas, mostraba las aventuras de este Robin Hood Moderno que luchaba en favor de los débiles, aunque con métodos más que cuestionables en muchas ocasiones.