poster Vídeo

Toni Erdmann (***): Padre estrafalario, hija irritante

Es ya la película europea del año a pesar de su enorme duración (media hora de “peinado” la mejoraría)

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Fue la sorpresa del último Festival de Cannes y es ya la película europea del año, a pesar de su enorme duración (media hora de «peinado» la mejoraría) y a pesar de la acumulación de extravagancia y absurdo que envuelve a las acciones de su pareja principal, un padre ya jubilado y con un sentido de la vida y de la broma que resulta chocante, y su hija, una mujer volcada en su trabajo empresarial, que ha dejado Alemania para establecerse en Bucarest y que es de una profesionalidad irritante.

La historia de 'Toni Erdmann' podría recordar, en grotesco y estrafalario, a aquella de «Cuentos de Tokio» en la que los abuelos visitan y calibran la vida de sus hijos y nietos en la ciudad, aunque el parecido se diluye de inmediato, pues la presencia de ese hombre machacón, ganso y descarado en la vida de la hija, en su ambiente profesionale y en evidente desgarro existencial está cargadísima de insolencia y de momentos de «tierra trágame», que tanto le procuran divertimento al espectador como algo cercano al desagrado.

Pero la directora, Maren Ade, puntúa con exactitud el objetivo de su cámara: un padre capaz de cualquier cosa, especialmente si es una payasada, con tal de que su hija, una infeliz, recobre algo de esa imprescindible intrascendencia de la vida que ha olvidado. Y ni siquiera acude la directora al recurso de algún “flashback” que corrobore un pasado trivial junto a su padre, pues la personalidad de éste, tan chacotera, lo sugiere sin necesidad de ello. Hay momentos de absoluto descacharre bien oxigenados con otros de profunda emoción cautelosa, aunque quizá la escena cumbre, reveladora y desoladora, sea esa fiesta de cumpleaños en pelota picada a la que acuden invitados todos los sentimientos que se han venido mascullando desde el principio, es decir, mucho tiempo antes. Las interpretaciones de Sandra Hüller y de Peter Simonischek son deslumbrantes y sin red.

Compra aquí tus entradas para «Toni Erdmann»

Ver los comentarios