«¡Gracias jefe!» (***): Venganza filmada
El periodista François Ruffin hace algo tan viejo y efectivo como infiltrarse a lo gonzo para denunciar con ironía los abusos laborales de las empresas de lujo del hombre más rico de Francia
Madrid Actualizado: GuardarEl periodista François Ruffin hace algo tan viejo y efectivo como infiltrarse a lo gonzo (no sabemos qué opinaría Hunter S. Thompson) para denunciar con ironía los abusos laborales de las empresas de lujo del hombre más rico de Francia, Bernard Arnault, que llegó a pedir la nacionalidad belga para aliviar sus impuestos.
Quién sabe si por efecto de esta venganza cinematográfica, a medio camino entre el estilo de Michael Moore y el del primer follonero, su fortuna ha descendido al segundo puesto.
El mensaje, nada sutil, logra su mayor eficacia cuando Ruffin (¿Rufián en francés?) cede protagonismo a las víctimas o incluso a los «verdugos». «Lo mejor que podemos hacer es ahorcarnos», dice una de las primeras.
Demoledora resulta la cámara oculta que graba al siniestro emisario cuando ofrece compensaciones a una familia al borde del desahucio, con una condición: que guarden silencio para que no cunda el ejemplo.
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