Las luces de Navidad sorprenden a los fieles seguidores del «Black Friday»

Carmena, de visita en México, fue la gran ausente en el alumbrado. Alcalá y Serrano lucen nuevos diseños

Alumbrado navideño en la calle de Velázquez MAYA BALANYÁ
Aitor Santos Moya

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Con las calles del centro abarrotadas por las buenas temperaturas y la fiebre comercial del « Black Friday , Madrid vivió ayer su tradicional encendido de las luces de Navidad. A las 18:30 horas, los enclaves más emblemáticos de la almendra central se alumbraron para dar el pistoletazo de salida a una época de magia e ilusión, cuyo primer destello espoleó a los miles de viandantes presentes. «Los clientes llevaban días preguntando cuando las iban a poder ver», comentaba un taxista, fiel reflejo de la expectación general.

Por primera vez desde que dirige el Consistorio, Manuela Carmena, de viaje por México debido a la Feria Internacional del Libro, no estuvo presente en el acto de apertura. En su lugar, Marta Higueras -la alcaldesa en funciones-, fue la encargada de dar la bienvenida: «Madrileños, madrileñas, todos los visitantes, disfrutad de las luces». En los próximos días se irán sumando el resto de distritos , que brillarán con luz propia hasta el 6 de enero, todos los días desde las 18 horas.

La principal novedad este año versa en los nuevos diseños de las calles de Alcalá, cuyo tramo entre Cibeles y la Puerta de Alcalá evocará un cielo azul cubierto de estrellas ; y Serrano, con distintos tejidos en homenaje al paseo de la moda. Los abetos de la Red San Luis, Fuencarral y las plazas de Colón y Callao también estrenan apariencia.

Con un presupuesto de 2,5 millones de euros , el objetivo del Ayuntamiento no es otro que llevar la Navidad a vías de la periferia nunca antes iluminadas. Entre los emplazamientos noveles, destacan la plaza Mayor de Ciudad Pegaso o la avenida de Arcentales, en San Blas-Canillejas; la calle de La Laguna, en Carabanchel; la calle de la Hacienda de Pavones, en Moratalaz; el entorno de Matadero, en Arganzuela; o la calle de Marcelo Usera, en el distrito de Usera.

Un escenario de luces que ayer dio en el centro su primera función. Mientras el interruptor se activaba, un reguero de personas entraba y salía de las tiendas, cargadas con todo tipo de compras. El furor por el «Black Friday» provocó que la mayoría de firmas llevara a cabo descuentos del 20, 30 y hasta el 50 por ciento . «Aunque no ha sido como en las rebajas, sí hemos notado mayor afluencia que en un viernes normal», señalaban desde una gran superficie. Los artículos de moda y tecnología volvieron a ser los más demandados; aunque, sin duda, la estrella de la fiesta fue una artista que no necesita de incentivos adicionales: las colas más largas tuvieron lugar a las puertas de Doña Manolita. Aquí la tradición también ganó la partida.

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