Deparamo: «Me identifico más con el Circo del Sol que con un artista concreto»

Miguel Deparamo iba para abogado y, después de estudiar Derecho, tenía el futuro más o menos encarrilado dentro de una entidad bancaria, pero el piano se cruzó en su camino y ya no hubo vuelta atrás. En realidad, el piano siempre había estado ahí, acompañándole desde que, cuando tenía siete años, apareció en su casa sin saber muy bien cómo y le permitió cumplir uno de sus sueños: ser capaz de tocar algunas de sus canciones favoritas. «Con un instrumento te vuelves loco cuando consigues tocar lo que tienes en la cabeza», asegura ahora este joven pianista que regresa a Madrid para presentar en el Teatro Nuevo Apolo «Music Has No Limits», espectáculo que corta, pega y reinterpreta grandes éxitos de la historia de la música popular y los transforma en un vibrante montaje audiovisual.

«Es un show único, en el que se mezclan todos los géneros musicales y que se ha tratado que sea para todas las edades», explica el granadino a propósito de una propuesta que picotea de Queen, Nirvana, David Guetta, Linkin Park, Beyoncé, Lady Gaga, The Police o Eurythmics, entre muchos otros, para armar collages musicales que crecen alrededor del piano entre arreglos de cuerda e injertos electrónicos. «Hay un eslogan que viene de una seguidora de Twitter que dice que ‘Music Has No Limits’ es la banda sonora de tu vida, y así es: con todos los temas que suenan te tiene que pasar algo. Te tienes que emocionar. Además, no sólo están sonando grandes canciones, sino que están sonando las mejores partes de esos temas. Y ese síndrome de DJ es un poco lo que pasa en el show», relata.

Así, echando mano de grandes hitos de la música popular y brincando del pop al house y del rock al jazz, Deparamo ha conseguido dar con un espectáculo en el que todo está cuidado hasta el último detalle y que empieza a llamar la atención al otro lado del charco. Durante el Fin de Año de 2014, sin ir más lejos, se le pudo ver en el Bayfront Park Miami compartiendo cartel con Pitbull ante 200.000 personas. «Fue una prueba muy chula y estoy seguro de que si esto lo presentase en Alemania funcionaría igual de bien», apunta un artista que prefiere esquivar la etiqueta de músico al uso y define «Music Has No Limits» como algo más global. «Me gusta mucho decir que sería como un Circo del Sol de la música. Me identifico más con el Circo del Sol que con un artista concreto», asegura.

Visto lo visto, no extraña que sus ambiciones también desborden cualquier frontera para lanzarse a soñar a lo grande. «Las Vegas es el objetivo desde que todo esto empezó. El show tiene que estar ahí», reconoce. A la espera de que llegue es momento, «Music Has No Limits» sigue rodando y haciendo del factor sorpresa su principal aliado. «Imagínate las caras de la gente cuando en medio del espectáculo aparece una soprano y se pone a cantar ‘O mio babbino caro’», explica antes de mostrar su deseo de que el espectáculo pueda convertirse en una «plataforma de nuevos talentos» y reivindicar el carácter intergeneracional del montaje. «La edad rige, y parece que alguien de sesenta años no pueda escuchar a David Guetta, pero como nosotros lo hacemos, mezclado con Police, te aseguro que quien más se emociona sea la gente de sesenta años», apunta.

Para su regreso a Madrid, Deparamo también anuncia sorpresas y la presencia sobre el escenario de un coro, un grupo de bailarinas, una orquesta… «Lo interesante es que la gente no sabe cuándo ocurrirán las cosas. Puede estar sonando 'Zombie' de The Cranberries e 'In The End' de Linkin Park e igual está entrando por debajo un 'Bohemian Rhapsody', y eso hace que la gente esté muy atenta a esos cambios. Y notas se emocionan porque se escucha un continuo “ohhhh” en la platea», explica.

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