Conciertos de estío al atardecer, en Conde Duque

En la intimidad del patio de Conde Duque, cuartel de la cultura madrileña, la música se apodera del verano. Hasta el 22 de julio el centro cultural exhibe bajo el cielo de la capital la Torre de Babel de los géneros: desde la música clásica al flamenco, el jazz, el soul o el pop-rock. Un amplio abanico de estéticas, representadas por creadores y artistas singulares. Los «Conciertos de Estío», que así se llaman estas veladas con las que la capital saluda a las noches más cálidas, arrancaron el pasado domingo con un homenaje a Camarón en el 25 aniversario de su muerte. Un recuerdo obligado, con la presencia sobre el escenario de músicos como Jorge Pardo o Carles Benavent y los propios hijos del artista, que solo es un aperitivo de lo que queda por llegar.

Los próximos en inundar de notas el célebre patio serán dos de los músicos más imaginativos y emocionantes del panorama jazzístico italiano y la música popular: Paolo Fresu y Daniele di Bonaventura. El trompetista sardo y el bandoneonista de Fermo mantendrán, el miércoles 5 a las 20 horas, un diálogo sobre el escenario con toques mediterráneos y latinos.

Beatriz Blanco y Federico Bosco darán un recital de violonchelo y piano el próximo viernes, también a las 20 horas. Música clásica, sin palabras, de dos de los solistas con una autoridad musical ensalzada por crítica y público. El programa, dividido en dos partes, incluye piezas de Debussy –«Sonata para violoncello y piano»–, Fauré –«Elegie»–, Boulanger y Mendelssohn –«Canción sin palabras», entre otras–. Clásicos para una noche de verano al raso.

Alani Charal y su universo

Hasta ahora acompañaba a Damon Albarn, Andrea Bocelli o Benjamin Clementine, pero ALA.NI (Alani Charal ) subirá el 13 de julio su protagonismo al desnudo en Madrid. Acompañada por el arpa de Claire Galo-Place y la guitarra de Christophe Chavagneux, la cantante británica construirá su propio universo musical en el que el jazz figura de manera transversal, pero como elemento integrador de otras culturas hermanas de la música negra y, concretamente, del soul.

Ada Pérez y Tim Veldman harán, aldía siguiente, un «boceto expresivo» del repertorio para flauta y clave del siglo XVIII. La traversista y el clavecinista darán un concierto dedicado a las «perlas del barroco», de las piezas de carácter de Hotteterre a los panoramas de Bach o la sensibilidad de Kleinknecht, informan desde Conde Duque.

La noche del sábado de la semana que viene, día 15, será para el saxo y la voz de Matana Roberts. La compositora de Chicago mostrará su «actitud rebelde» frente a lo convencional, con su música libre e improvisada. Creaciones «sin límite» que van del free jazz al folk.

El sensual lamento del fado tomará el recinto de Conde Duque y el atardecer del próximo día 18. Lo hará de la mano de Cristina Branco, reconocida como una de las voces más importantes de la música portuguesa. Su estilo busca «nuevos horizontes» a un género, que como el flamenco, es un vehículo para el alma.

En esa Torre de Babel se cruzarán la magia y el misterio de «La noche Andalusí» el 20 de julio. Luis Delgado, junto a un conjunto de músicos, trazará un viaje por las músicas del medievo con guiños a la cultura cristiana, judía y árabe. Maika Makovski cerrará estos conciertos de estío, el día 22, prolongando el éxito de su último trabajo «Chinook Wind». Un fin de fiesta pop-rock para un certamen musical que ya se ha convertido en un clásico del mes de julio.