Álvaro Ybarra

El PSOE de toda la vida

Si no gana Susana Díaz, el Partido Socialista entrará en una deriva populista que le sumirá en el caos

Álvaro Ybarra
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Susana Díaz se proclamó ayer en Madrid candidata a la Secretaría General «del PSOE de siempre». Allí estaba todo el poder orgánico e institucional del Partido Socialista: ex presidentes, barones territoriales, ex altos cargos del partido y del Gobierno de España, diputados, consejeros, alcaldes y hasta Alfonso Guerra. Allí estaba El PSOE de toda la vida, el que ganaba elecciones generales en España. Sin embargo, Pedro Sánchez no se arredró y congregó en Valencia a un buen número de seguidores, casi todos militantes de base, al tiempo que anunciaba que el futuro partido se construirá desde abajo. La división entre susanistas y pedristas es tan profunda que sería ilusorio pensar que las primarias van a cerrar de golpe la crisis interna del PSOE.

Pero una cosa es segura desde ayer. Si no gana Susana Díaz el Partido Socialista entrará en una deriva populista que le sumirá en el caos y dejará a España sin un referente de izquierda moderada que le ha dado estabilidad durante todos estos años.

Como Rajoy repitió ayer por enésima vez que no adelantará las elecciones generales nos aguarda una etapa en la que Susana Díaz, si gana, tendrá que compatibilizar sus cargos de jefa del PSOE de España y de Andalucía con la Presidencia de la Junta. Hasta que los socialistas andaluces no elijan un secretario general que se perfile como candidato a la Junta Susana Díaz tendrá que hacer horas extras mientras se prepara para intentar el asalto a la Moncloa. Vamos, que Andalucía, pese a las declaraciones voluntaristas de la presidenta, volverá a quedar relegada a un segundo plano, condición que se ha hecho normal para nuestra comunidad desde la defenestración de Manuel Chaves.

Aunque generalmente lo que es bueno para España, que Susana Díaz derrote a Pedro Sánchez, es bueno para Andalucía, en esta ocasión el asunto no está tan claro. Tener al frente del Ejecutivo andaluz a una presidenta interina que además intentará hacerse valer como jefa de la oposición a Rajoy equivale a decretar un parón administrativo. Como la Junta es la primera empresa de la comunidad la situación de interinidad aplazará decisiones que ya vienen con retraso, aunque España hubiera espantado para entonces los fantasmas del populismo.

@aybarrapacheco

Ver los comentarios