La gran metrópolis del Sur

Sevilla no es consciente de la dimensión ingente de esa pérdida de masa intelectual. Es posible que cuando lo descubra sea tarde

Un grupo de jóvenes en el certamen Startup Weekend, celebrado este pasado fin de semana J. J. ÚBEDA
Álvaro Ybarra Pacheco

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El éxito arrollador de algunos negocios relacionados con el auge del sector turístico en Sevilla ofrece una perspectiva optimista sobre el desarrollo global de la ciudad que tiene poco que ver con la realidad. No pretendo ser pesimista ni mucho menos ningunear a los empresarios que han apostado por el turismo. Sería estúpido despreciar un desempeño que es hoy una de las principales fuentes de creación de riqueza y empleo de Sevilla. Sin embargo, para lograr un crecimiento equilibrado y sostenible sería necesario que otros sectores ahora poco pujantes empezaran también a crecer. Y no hablo sólo de la industria, que, mientras no se demuestre lo contrario, sigue siendo la primera impulsora del desarrollo económico. Ahí tenemos por ejemplo al sector tecnológico. Es cierto que en las empresas TIC hay ejemplos de gente que lo está haciendo muy bien pese a las dificultades de todo tipo que encuentran en Sevilla. Pero no es menos verdad que en otras plazas españolas y europeas el movimiento es mucho más intenso que en la metrópolis hispalense.

Escribo sobre este asunto ciertamente intemporal de las oportunidades perdidas de la ciudad al hilo del Startup Weekend celebrado este pasado fin de semana en doscientas ciudades europeas, incluida Sevilla. Se trata de un certamen en el que un grupo de jóvenes trata de convertir en 54 horas una idea en una startup, una empresa virtual e incipiente. En la edición de este año volverá a demostrarse que los jóvenes participantes andan sobrados de talento. Sin embargo, ellos son los primeros que saben que muy probablemente para desarrollar sus sueños tendrán que marcharse de Sevilla. La falta de apoyo, la ausencia generalizada de una cultura emprendedora, la asfixiante burocracia, los salarios indignos y la despreocupación con la que los responsables políticos tratan el asunto, son algunos de los motivos que les harán irse. Sevilla no es consciente de la dimensión ingente de esa pérdida de masa intelectual. Es posible que cuando lo descubra sea tarde para actuar. Hay ya una generación de jóvenes profesionales sevillanos que han optado por buscar nuevos horizontes para prosperar. La mayoría, si no cambian las circunstancias ambientales de la ciudad, no volverán. Seguramente cuando ya vivan lejos sonreirán con escepticismo cuando oigan hablar de la gran metrópolis del sur, la California europea o la ventanilla única.

@aybarrapacheco

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación