Espadas, alcalde sin oposición

Con las áreas de Urbanismo, Hacienda y Participación Ciudadana atascadas, Espadas ha dado un golpe de autoridad y ha tratado de corregir los errores más evidentes de su mandato

El alcalde, Juan Espadas, en un pleno junto a algunos de sus concejales ROCÍO RUZ
Álvaro Ybarra Pacheco

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A falta de oposición municipal el alcalde Juan Espadas ha decidido remodelar su propio gobierno. Con las áreas de Urbanismo, Hacienda y Participación Ciudadana atascadas por falta de gestión o por acumulación de asuntos pendientes, Espadas ha dado un golpe de autoridad y ha tratado de corregir los errores más evidentes de su mandato. Once concejales, su exigua mayoría de gobierno, dan para lo que dan y el atasco de las licencias en Urbanismo, el malestar en los barrios y la ineficacia de la Hacienda municipal han motivado este cambio tranquilo en el que las carencias se tapan con refuerzos y no con recambios ni destituciones. El alcalde se ha permitido incluso amagar con la creación de una concejalía específica de Patrimonio que se hará realidad durante el próximo mandato.

Juan Espadas ha ejercido con esta reorganización interna del gobierno municipal de opositor de sí mismo, tal y como sostiene Javier Rubio. No es que los problemas de Sevilla hayan mejorado en estos casi tres años de gestión municipal de forma notable. La gestión municipal es de aprobado raso y la ciudad no ha registrado avances ostensibles en materia alguna. Casi todo está pendiente. Pero con buen talante y sin escándalos ni alternativas reales.

El gobierno municipal se ha reforzado para sortear los quince meses que le restan de mandato sin grandes sobresaltos. Da la impresión de que Juan Espadas lo fía todo a su segundo mandato, que será también el último si logra conservar la Alcaldía tras las elecciones municipales. La insufrible burocracia municipal todo lo retrasa. Los problemas se eternizan y las soluciones llegan siempre tarde. Cuatro años, que son más que suficientes para deteriorar la ciudad, se antojan escasos para dejar en Sevilla la impronta de una evolución indiscutible. Si no surge de aquí a las elecciones un grupo fuerte de oposición con argumentos convincentes de gobierno, el alcalde Espadas tendrá la oportunidad de demostrar si la espera de estos años iniciales ha merecido la pena.

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