CARDO MÁXIMO

Enhorabuena, alcalde

Si se puede construir media línea 3 del Metro, mejor que ninguna. Y si Fomento pone algún dinero, mejor que nada

Juan Espadas ha vuelto a poner sobre la mesa el problema de la línea 3 del Metro ROCÍO RUZ
Javier Rubio

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No es que mañana vayan a meter la tuneladora por Pino Montano y cuando toquen la vayan a sacar por el Prado de San Sebastián como si tal cosa. Ni que la semana entrante vayan a poner el dinero encima de la mesa, nada de eso. Conseguirse, no se ha conseguido nada, de acuerdo. O mucho, según se mire. Pero en cualquier caso es para estar satisfechos de alguien que se ha ganado el sueldo público que cobra del contribuyente. Así que enhorabuena, alcalde.

He salido ya de tantos armarios —no hay más que ver la espléndida iniciativa de «Siempre adelante» de la Archidiócesis para corroborarlo— que me trae al fresco quienes piensen que he vendido mi alma o hay un gramo de sorna en mi felicitación pública a Juan Espadas. Allá ellos. Gracias a Dios —y a las novenas a la Virgen Desatanudos— cada día me siento más libre de decir lo que me viene en gana. Y hoy me sale del alma romper una lanza por el alcalde socialista de mi ciudad que ha sido capaz de desatar el nudo gordiano en que se había enredado la construcción del Metro. Callandito y sin hacer ruido. Cada día me gustan más los gobernantes discretos —algunos dirán grises—, anodinos y hasta aburridos y menos esos otros que hacen del cargo al que sirven una plataforma para sí, siempre buscando el titular rimbombante, aventando el incienso con el que se sahuman. Alabo de Espadas su posibilismo, su pragmatismo alejado de grandilocuencias y su filosofía de que siempre es mejor el acuerdo mínimo que la confrontación máxima. Piano, piano si va lontano. Y por aquí han pasado demasiados que querían calzarse las botas de siete leguas del Marqués de Carabás para después no dar ni un paso.

La oposición municipal se ha apresurado a felicitarse con la misma celeridad con que le hubiera afeado al alcalde su fracaso. El PP lamenta los años de bloqueo y no le falta razón. Si no fuera porque su estrategia de máximos contribuyó no poco a enconar el desacuerdo. Ciudadanos habla del «Metro que Sevilla se merece» y da miedo pensar en los merecimientos de una ciudad incapaz no ya de pelear por algo sino de urgir a sus gestores a hacerlo.

Así que si se puede construir media línea 3 del Metro, mejor que ninguna. Y si el Ministerio de Fomento pone algún dinero, mejor que nada. No está todo logrado, claro que no. No soy tan imbécil como para no darme cuenta de que la construcción del suburbano sólo avanza cuando le da la gana al PSOE, que gobierna la Junta de Andalucía a voluntad. Ocurrió con Chaves en tiempos de Monteseirín y vuelve a suceder ahora con Susana en tiempos de Espadas. Pero menos da una piedra. Pedir la luna es la mejor manera de seguir bajo su influjo: el de la luna... de Valencia, claro.

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