Concordia frente a los narcos

Si los dirigentes políticos no son capaces de unirse en la misma trinchera durante la guerra contra el cártel de la droga, en qué se van a poner de acuerdo

Susana Díaz y Juan Ignacio Zoido, durante la reunión que mantuvieron para abordar la lucha contra los narcos en el Campo de Gibraltar RAÚL DOBLADO
Álvaro Ybarra Pacheco

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Escribía el pasado viernes en estas mismas páginas el catedrático Ignacio Sánchez Cámara sobre la concordia. No se refería al acuerdo histórico entre las hermandades del Gran Poder y la Macarena, pese a publicar su tercera en Viernes Santo , sino al necesario entendimiento entre los españoles de distinta ideología que está en la actualidad amenazado por los «sembradores de odio». Según Sánchez Cámara, restaurar la concordia en España es muy difícil «porque basta para impedirla que una parte no la quiera... Los defensores de la concordia debemos ser más fuertes que los promotores del odio. Nos va en ello la civilización, la libertad y el bienestar».

Saco a colación este artículo a propósito de los cuatro o cinco asuntos que en España deberían ser cuestiones de Estado que ninguno de los grandes partidos debería sacar del ámbito del acuerdo y el entendimiento en aras de un bien de naturaleza superior como es la convivencia pacífica entre los españoles. Uno de estos asuntos es el de la lucha contra las mafias del narcotráfico que, como todos ustedes saben, afecta especialmente al Campo de Gibraltar y a la ciudad de La Línea. La pasada semana hemos leído que un centenar de vecinos se enfrentaba en una barriada de la capital linense a los policías que perseguían a un narcotraficante que finalmente pudo darse a la fuga.

Es este un episodio más que escenifica la guerra sin cuartel que los narcos han declarado al Estado. El enfrentamiento ha llegado a tal grado de intensidad que la presidenta de la Junta y el ministro de Interior se reunieron recientemente en Sevilla para sacar la lucha contra las mafias de la droga fuera de las lides partidistas.

Una vez sellado el pacto no ha pasado un sólo día sin que dirigentes tanto del PSOE como del PP , de dentro y de fuera de Andalucía, hagan declaraciones culpándose mutuamente de la situación de La Línea y poniendo en evidencia el acuerdo. Si no son capaces de unirse en la misma trinchera durante la guerra contra el cártel de la droga que pretende blindar una porción del territorio de España en qué se van a poner de acuerdo. Como escribía Sánchez Cámara, crear la concordia es cosa, al menos, de dos. Pero para romperla basta uno. En este caso no ha sido uno sino varios los que se han arrojado los trastos a la cabeza para regocijo de los «señores de la droga», que, a golpe de billetes, siguen acumulando gente a su servicio.

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