Concordia

«Una hermandad es grande cuando es buena y es buena cuando es generosa con los demás»

La Básílica de la Macarena el día de las elecciones RAUL DOBLADO
Felix Machuca

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«Estaba en una nube, flotando como un astronauta en el espacio, como liberado del anclaje de la gravedad de la tierra. Había alcanzado una de las grandes ilusiones de su vida. La de ser Hermano Mayor de la Macarena y conseguirlo por un generoso margen de votos. Sí, sí. A lo largo de estas semanas ha recibido más de una desagradable sorpresa que no esperaba de algunos que estuvieron siempre muy cerca de él. Pero estas cosas son así. Y Cabrero dio una orden tajante a su equipo de trabajo electoral. El código interno de conducta se imponía al impulso y a las provocaciones. Prohibido entrar a ningún trapo. No se quería repetir escenarios sonrojantes de otras pasadas elecciones. Ni utilizar las imágenes de los titulares ni respuestas desairadas y carentes de educación en las redes. Concordia. Era su menaje interno más repetido. Concordia. Yo lo conozco bien, Félix, lo sabes. Me siento muy unido a sus ideas y a la energía montañesa que va en su alma. (Pausa) Me río ahora de aquellos que intentaron descalificar su candidatura propagando, como si fuera una mancha en su expediente de sangre, que su ascendencia santanderina lo excluía de ser el hermano mayor de una hermandad tan sevillana como la Macarena. Qué de cosas se han dicho…

Pero Cabrero ha estado siempre por encima de toda esa ventolera. Ningún de los que se sentaban con él en su círculo más cercano de trabajo, pese a que, en algún momento, hubo quien animara a hacerlo, puso en las redes una palabra más manchada que otra para ensuciar la candidatura de Santi. Ni una. Cabrero sabe que una hermandad, la hermandad que él quiere hacer realidad, es fraternal, caritativa y social. La Macarena lo es. Pero, en palabras suyas, la Macarena es un Ferrari que debe conducirse en sexta para exprimir todas esas posibilidades. Grábate eso en la cabeza o apúntatelo en la libreta. Está convencido de que la Macarena debe ser un referente en estos aspectos y alcanzar la excelencia en lo fraterno, lo caritativo y lo social. Van a cambiar cosas, muchas cosas. Por La Resolana ya sopla el aire fresco de noviembre. Y ese aire va a acabar con aquellos que utilizan las imágenes de los titulares como promoción personal, como una cuestión de prestigio para abrirse puertas. Abrir la puerta del camarín abre también muchas puertas en otras actividades que al propio Cabrero le he oído alguna vez calificar como una aberración asimilable a la de los mercaderes del Templo.

Esta es su frase para resumir la actitud de su equipo de gobierno ante la Madrugá: “Una hermandad es grande cuando es buena y es buena cuando es generosa con los demás”. ¿Que qué tiene eso que ver con la solución o no de la Madrugá? Mucho. Le he oído decir que estaría dispuesto a ceder por un bien común sin perjudicar a sus nazarenos y que con buena voluntad sobre la mesa de negociaciones la Madrugá se arregla. ¿Que si recula con lo de Queipo? Para nada. Este es su plan. Va a pedir un informe jurídico que dictamine cuáles son las obligaciones y derechos de la hermandad con respecto a la Ley de Memoria Histórica. Se pulsará la opinión de los hermanos, de la familia y de la autoridad eclesiástica. Se debatirá en junta de gobierno y se elevará una propuesta de posición oficial. La hermandad cumplirá con la legalidad. Ya sabes cómo es el nuevo hermano mayor. Lo conoces de cerca. ¿Qué si sigue aún en la nube? Por ahí anda. Pero te aseguro que cuando salga este artículo ya habrá tomado tierra. Con su bandera de la Concordia en la mano.»

(Extracto de conversación con un macareno muy cercano a Fernández Cabrero).

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