PUNTADAS SIN HILO
La Burbuja
El delincuente más buscado de España lleva días paseándose por las Tres Mil Viviendas como figurante de zarzuela
Para eludir la acción de la Justicia, los independentistas catalanes han huido de España buscando refugio en países que ofrecen vericuetos legales que impiden su detención. Se marcharon a Bélgica, Suiza o Escocia y disfrazaron su fuga con la épica del exilio político. Está bien para adornar el romanticismo del relato catalán, pero tampoco hacía falta irse tan lejos.
El que ahora mismo es la persona más buscada del país , el tipejo que presuntamente atropelló con reiteración en la A-5 hasta dejarla hecha un guiñapo, se vino después del crimen a Sevilla , a su barrio de las Tres Mil, y allí sigue a la hora de redactar estas torpes líneas. En estos tres días el más que presunto asesino no ha estado recluido en un zulo excavado en un solar abandonado ni en el trastero del piso de un cómplice. Se fue a su propia casa a hacer su vida cotidiana, y Álvaro García lo retrató para ABC en plena calle, yendo a comprar droga como quien baja a comprar el pan. Quizás cuando usted lea estas líneas ya haya sido detenido, pero sorprende que, cuando le busca la Policía de media España , un delincuente decida que el lugar más seguro es las Tres Mil Viviendas . Y se pasee por sus calles como un figurante de zarzuela.
En muchas ciudades hay barrios cuyos habitantes se consideran al margen de la ley. Son lugares en los que la Policía no es bien recibida. Están regulados por códigos propios y la autoridad la representan los clanes dominantes. Son burbujas de marginación irresolubles que el sistema asume como consustanciales al progreso urbano y representan un problema que, como decía Ortega respecto al conflicto catalán , sólo podemos aspirar a sobrellevar. La Policía deja hacer y sólo actúa con contundencia cuando hay un suceso o en operaciones antidroga relevantes; el resto del tiempo gestiona con diplomacia el menudeo , consciente de que los camellos que detenga volverán a la calle antes de que los agentes terminen de rellenar el informe correspondiente.
El problema es que el tráfico de droga está creciendo y estos barrios marginales se hacen fuertes en su rol de burbujas al margen de la ley. El tráfico de cocaína se cuadruplicó en 2017 respecto al año anterior en Andalucía, y el de hachís se triplicó: eso significa más dinero para los narcotraficantes y más familias viviendo de ellos. El pasado domingo, unos doscientos vecinos de La Línea se enfrentaron a las fuerzas de seguridad para impedir la detención de un narco; los agentes tuvieron que disparar al aire para salvar el pellejo y el traficante salió airoso del trance. Hace pocos meses otro narco fue «rescatado» de manos de la Policía en el hospital de esta ciudad gaditana. La economía de la droga controla poblaciones cada vez más importantes , y sus habitantes no ven a los narcos como un problema, sino como una solución. Las pequeñas burbujas como las Tres Mil se convierten en ampollas enormes como el campo de Gibraltar, duras y negras como granos de café. Café de Colombia, claro.
