Fernando Sicre - OPINIÓN

Una vuelta atrás con la verdad

Los socialistas no se reinventaron pero surgieron movimientos sociales que denunciaban los males políticos no socialistas

Fernando Sicre
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Muro de Berlín se desmoronaba y la historia para algunos se detenía, impávida ante el acontecimiento. La caída del comunismo relatada en «el fin de la historia y el último hombre», indicaba la supremacía de la democracia liberal, acompañada en esos momentos de nuestra reciente historia de la emergencia de los planeamientos neoliberales. La socialdemocracia que agonizaba desde los 70 tampoco existe ya. Los socialistas no se reinventaron pero surgieron movimientos sociales que denunciaban los males políticos no socialistas.

Pero, la vida continuaba y desde la perspectiva de la filosofía, la modernidad daba paso a la posmodernidad. El término postmodernismo significa literalmente después del modernismo y se utiliza para describir filosóficamente la actualidad del presente. La crisis de la socialdemocracia de inicio de la década de los 60 y la desaparición del comunismo a finales de los 80 dejó en franco desamparo a la progresía de la izquierda.

Ésta se refugió en los postulados postmodernistas, a modo de reacción y como respuesta de «desilusión» ante la fracasada promesa del modernismo de usar solo la razón humana para mejorar a la humanidad, y hacer del mundo un mejor lugar. Una de las creencias del modernismo, era que la verdad existe. Desde ella se pueden juzgar todos los valores y las pretensiones del conocimiento.

El postmodernismo parte de la eliminación de la verdad absoluta, de la falta de creencia y haciendo que todo (incluyendo las ciencias empíricas y la religión) sea relativo a las creencias y deseos del individuo. En este relativismo, es donde se han instalado los populismos. También, los nacionalismos y sus expresiones racistas, el terrorismo internacional de signo islamista…Las ideas de Nietzsche centran el debate, que dice que todo conocimiento, inclusive el científico, es una cuestión de perspectiva e interpretación. Y es aquí y ahora donde tiene sentido y explicación la expansión del populismo de izquierdas y de derechas, la victoria del Brexit y la de Trump.

Podemos ha utilizado la retórica del engaño y el miedo, la misma que Syriza en Grecia. Los mensajes de la derecha populista europea, nacionalista y xenófoba, le van a la zaga. En Reino Unido, los políticos que han triunfado apoyando el referéndum han basado su éxito en el engaño. En EE UU se ha repetido la historia con los dos candidatos partícipes de la cuestión. Buscar el apoyo político de los votantes a través del engaño parece ahora un signo de normalidad. Lo que supone un rechazo a la inteligencia de los demás. Fíjense que Trump nunca pronunció una frase inteligible, siempre hizo uso de frases incompletas, se pretende que su potencial adepto las contextualice haciéndola suya, según su propio interés. Según esto, el significado de las palabras debe ser determinado por el receptor del mensaje político o votante, no por los políticos que las pronuncian. De esta forma se ve la realidad transmitida por los políticos, a la manera de como la construyen cada individuo o los grupos sociales. Si no que se lo digan a los griegos.

Los británicos tardarán algo más para ser conscientes de los males de su decisión. Con los norteamericanos no sé qué pasará. Su sistema político no va a permitir su autodestrucción. Su democracia es fuerte y aguantará el envite. Además, querer salir de la crisis con proteccionismo keynesiano supondría cometer el mismo error que en la Gran Depresión del 29, porque es un hecho indubitado que no funcionó y sigue sin funcionar.

El modelo determinista de la causalidad, de la verdad de Hegel, Kant e incluso Marx y el planteamiento del tiempo lineal como el de Leibniz son puestos ahora en tela de juicio. Ahora la verdad es cuestión de perspectiva o contexto más que algo universal. No tenemos acceso a la realidad, a la forma en que son las cosas, sino solamente a lo que nos parece a nosotros.

Ver los comentarios