La Voz de Cádiz

Solares sin uso, solar de ciudad

Los terrenos vacíos de Cadiz atestiguan que, más que suelo, la capital adolece de proyectos reales

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Imagínense la escena. Un hombre dialoga con otro sobre sus dudas económicas: no sabe qué hacer para ajustar su presupuesto, si vender el coche o despedir a su chófer. Finalmente decide que es más provechoso deshacerse del vehículo. «Pero, has hecho una tontería, ¿por qué te quedas con el conductor?», le pregunta su amigo sorprendido, a lo que éste replica: «Lo necesito para que me lleve al trabajo». «No podrás ir sin coche». «No importa –argumenta–, tampoco tengo trabajo». Este delirante diálogo, de los hermanos Marx, sirve para ilustrar, en parte, la situación que vive Cádiz con sus solares que, a falta de un uso más noble, van a ser convertidos en aparcamientos en superficie. Una circunstancia que podría alegrar a los gaditanos a los que causa diario hartazgo el no poder aparcar de forma gratuita en la ciudad, si no fuera porque en algunos de esos solares se había proyectado gran parte del futuro de una ciudad como Cádiz que está completamente paralizada.

Así, en los terrenos donde debería ir una Ciudad de la Justicia que sirviera para coordinar las distintas dependencias judiciales de Cádiz y para aliviar los problemas de tener las sedes dispersas, podrán verse Seats, Citroen o Peugeots donde debiera haber togas, banquillos y oficinas. Una situación parecida se produce en los terrenos de CASA. El vetusto hospital Puerta del Mar tendrá que seguir prolongando su actividad porque donde la Junta había anunciado a bombo y platillo que iría una infraestructura médica que fuera la envidia de Andalucía habrá albero para, con permiso del circo, recibir los coches de quienes estén lo suficientemente sanos para poder conducir y aparcar.

La conversión de los solares en aparcamientos es la constatación de una triste realidad: en Cádiz ya no hace falta suelo, hacen falta proyectos, hace falta una administración regional que cumpla las promesas que machaconamente repite cada periodo electoral para hacer una ciudad dinámica, una ciudad ilusionante y una ciudad que no se quede cada vez más a la cola en todos los ránkings nacionales. La alternativa será una capital con cientos de lugares donde poder dejar el coche para ir a trabajar... aunque el conductor no tenga dónde hacerlo.

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