María Dolores Tortosa

Podemos menos andaluz

El triunfo rotundo de Pablo Iglesias en el cónclave de Vistalegre deja muchos interrogantes sobre Podemos Andalucía y algunas paradojas

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El triunfo rotundo de Pablo Iglesias en el cónclave de Vistalegre deja muchos interrogantes sobre Podemos Andalucía y algunas paradojas. El más desazonador para los dirigentes regionales es qué va a pasar con su anunciada autonomía «sí o sí» de la organización nacional. Hay que recordar que la mayor parte de sus cuadros apostaron por los documentos políticos de Izquierda Anticapitalista, como la coordinadora regional, Teresa Rodríguez, y el alcalde de Cádiz, Kichi González; y por los de la candidatura de Íñigo Errejón, como Carmen Lizárraga, Esperanza Gómez y Begoña Gutiérrez, diputadas andaluzas de gran influencia en el partido. Todas pelearon por el liderazgo andaluz en noviembre, pero a todas les unía un objetivo común, que Podemos Andalucía tuviera autonomía propia tras Vistalegre 2.

Así lo aprobó el consejo andaluz de Podemos.

La candidatura de los anticapitalistas de Miguel Urbán incluía una descentralización radical de los territorios, incluyendo financiación propia, el control de los censos y sobre todo de la elaboración de las listas. Proponían un modelo al estilo del PSOE e Izquierda Unida, partidos federados. La de Errejón no lo compartía del todo, pero dejó abierta la puerta a una autonomía progresiva. Nada de eso está en los papeles de Pablo Iglesias, sino todo lo contrario, refuerza el centralismo y el poder en pirámide.

A Iglesias no se le ha visto en Andalucía, mientras que Errejón y Miguel Urbán sí han hecho campaña en esta tierra. Pese a ello, una victoria tan rotunda como la de Iglesias es impensable sin el apoyo de parte de inscritos andaluces, más de 70.000. Y si no es así, resultaría surrealista. No hay ningún anticapitalista en los seis andaluces (muy pocos) que han entrado en el nuevo consejo nacional de Podemos. Sí hay dos de Errejón, los otros cuatro son de Pablo Iglesias.

El enredo es aún mayor. Iglesias solo contaba en Andalucía como destacados seguidores al comunista Manuel Monereo y al sindicalista del SAT Diego Cañamero. Este, que se ha declarado insumiso al Tribunal Supremo, ha sido el décimo más votado. Entró en Podemos de la mano de Teresa Rodríguez, pero abandonó a esta en las primarias andaluzas y quedó fuera del Podemos andaluz. Cañamero viene del SOC y el SAT, organizaciones emblemáticas en la lucha autonomista de Andalucía desde los ochenta. En todas sus fotos en protestas y ocupaciones de fincas enarbola banderas blancas y verdes.

En víspera del 28-F, a Cañamero se le ve abrazado a Pablo Iglesias en el escenario final de Vistalegre. Ahora Teresa Rodríguez, que en los últimos tiempos fue más pablista que errejonista, tendrá que explicar cómo Podemos Andalucía será, tras Vistalegre dos, Podemos-menos- Andalucía.

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