La Voz de Cádiz

Los pisos vacíos como síntoma

Que la vivienda sin dueño y en manos de los bancos baje un 33% supone un avance real

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La influencia de la política inmobiliaria y la participación activa en la compra y venta de pisos de grandes sectores de la población está detrás de la mayor recesión económica que ha vivido España en los últimos 30 años. Tan es así que a esa crisis aparecida entre 2006 y 2008, con recaídas sucesivas, se les puso como nombre genérico «crisis inmobiliaria» o «estallido de la burbuja inmobiliaria». La fiebre de construcción y el osado acceso al crédito, además del falseamiento de precios, en el que participaron banca, ciudadanos, instituciones y organismos reguladores acabó con la mayor fase de empobrecimiento de las clases medias españolas desde que vive en democracia. Pueden resultar ideas obvias pero conviene recordar exactamente de dónde venimos todos.

El frenazo brutal del mercado de la vivienda dejó colgados, sin propietario, incluso sin terminar, miles de viviendas. Esa bolsa de patrimonio inmovilizado, de inversión muerta, fue el principal lastre para el sector de la construcción. Aquellos pisos llegaron a ser la ruina de muchos promotores y constructores. Tan es así que la inmensa mayoría acabó en manos de los bancos como prueba de que no eran capaces de afrontar sus obligaciones financieras y las entidades ejecutaban las garantías. La dificultad para gestionar tal patrimonio de ladrillo y cemento también acabó por ser un ancla para los bancos. Tanto piso vacío, sin salida posible, era más problema que compensación a los impagos. La provincia de Cádiz se vio, durante ese naufragio colectivo, con casi 19.000 pisos nuevos sin comprador ni salida en 2009.

Esa situación, poco a poco, ha empezado a cambiar. El mercado se ha activado de forma lenta pero constante. La prudencia y la paciencia, el rigor y la racionalidad, empezaron a dirigir las gestiones de forma casi obligatoria. El resultado es que siete años después, la cifra de pisos bloqueados, paralizados en manos de la banca, ha bajado en un tercio, nada menos. La cifra ha bajado a 12.000 según el último recuento del Ministerio de Fomento y la mayor bajada corresponde al año 2015. Si esta bolsa de pisos varados fue un síntoma de la mayor crisis que hemos conocido, su descenso también marca una recuperación real.

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