OPINIÓN

La orden de cuadrar el círculo

La euroorden se basa en la cooperación, confianza y lealtad de los diferentes sistemas jurídicos de los países miembros de la UE

Fernando Sicre

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La orden de cuadrar un círculo es inherentemente absurda por imposible. La euroorden es un procedimiento judicial simplificado y transfronterizo de entrega a efectos de enjuiciamiento o de ejecución de una pena o de una medida de seguridad privativa de libertad. Sustituye a la tradicional extradición sobre la base de prescindir de la intervención de la autoridad política. La institución es impecable. Entonces, ¿por qué ha habido una conducta que debemos calificar de impropia por parte de un tribunal alemán? La euroorden se basa en la cooperación, confianza y lealtad de los diferentes sistemas jurídicos de los países miembros de la UE, que no de los gobiernos, para preservar la independencia judicial. Creo que el tribunal alemán, como una gran parte del pueblo alemán, tienen una opinión sesgada del problema que subyace en España y en Cataluña, a colación con la intentona golpista larvada desde el inicio de la Transición. Preparada minuciosamente desde la redacción del libro de ruta del proceso por el “astut” Arturito y ejecutada ahora desde los lamentablemente incidentes golpistas acaecidos desde el 27 de septiembre.

El Estado español se ha situado en la inopia, que no sé dónde coño está, pero desde luego fuera de la realidad. Las palabras de la socialdemócrata ministra alemana, como el de ciertos diputados alemanes y por extensión el de una parte importante del pueblo alemán, sólo es explicable por el éxito de la estrategia de años del separatismo, que con fondos de todos los españoles, han mediatizado la información. Desde el España nos roba, el expolio fiscal, la falta de dialogo, el agravio permanente hacia los intereses catalanes y un sinfín de cosas más, han construido una historia que ha sido hábilmente transmitida a todo el orbe. Tanto que hasta en los llamados sindicatos “más representativos” ha calado el relato. La propaganda de los separatistas ha sido eficaz, no nos engañemos. Mientras tanto el gobierno puso en manos de la vicepresidenta del gobierno la responsabilidad del problema. Sin posibilidad de altura de miras, por razones obvias, su gestión ha sido todo un dislate.

España ha tomado como modelo jurídico-constitucional de referencia a Alemania. La Ley Fundamental de Bonn impide de manera absoluta y categórica la sedición de un Estado federado, diciendo que la unidad territorial del país es inviolable. De ahí que inadmitiera a trámite la petición de referéndum en Baviera por el Partido de Baviera, resolviendo en diez escuetas líneas. También el Estado alemán ha puesto a trabajar a su Oficina de inteligencia, para hacer un estrecho seguimiento del partido AFD, segunda fuerza en Sajonia, que no reconoce el Estado alemán, amén de dejar constancia de su fanatismo y carácter violento (ocurre lo mismo con Omnium, ANC, CDR, CUP y demás partidos separatistas). Es decir, el Estado alemán pone en marcha todos los resortes de poder, incluido el ejercicio del uso del monopolio de la coerción, para salvaguardar el Estado y su integridad, siguiendo la doctrina de su conciudadano Weber a pies juntillas. Porque en Alemania un proceso secesionista es simplemente imposible. Pero si ocurriera, el artículo 37 de su Ley Fundamental exigiría la intervención del gobierno de manera contundente en defensa del orden constitucional. Precisamente este artículo es la inspiración de nuestro artículo 155. Sólo que por el uso otorgado, podríamos denominarlo el 0,00155.

Sí nuestra Constitución bebe de las fuentes constitucionales de tradición continental, en la que se encuadra la alemana, con la que hay más que similitudes, ¿qué ha pasado con la decisión del Juez alemán, que pasa con el pensamiento de muchos alemanes…? Lo que pasa a mi juicio es que en Cataluña la lenidad se instaló desde época inmemorial. Los paños calientes han sido la terapia con sediciosos que no merecen ni agua. En Alemania tienen claro para qué sirve el artículo 37 de su Ley, equivalente a nuestro 155, cuando la existencia del Estado se pone en entredicho. El incumplimiento reiterado de las sentencias lingüísticas atenta al Estado de Derecho y en consecuencia a los pilares del propio Estado. En Alemania es impensable que un cuerpo policial autonómico actué como de manera sediciosa lo han hecho los Mossos. En Alemania es impensable que se declare la independencia y que la Fiscalía y la Bundespolizei no detengan a sus responsables en la salida del propio Parlamento catalán…En fin, en Alemania les cuesta pensar que el cuadrado es en el fondo un círculo. Aquí no, en España son simples figuras geométricas. Por eso espero ver pronto al golpista fugado en el Salto del Negro, nada de Estremera.

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