Multas para cuidarnos

Algunos ayuntamientos de la provincia se están planteando la idea de sancionar a las personas que no respeten las banderas de riesgo que se colocan en la playa para advertir a los bañistas si pueden o no entrar al agua. Pasado un tiempo considerable en el que se ha depositado la confianza en el ciudadano, en su responsabilidad –hacia él mismo y hacia los que cuida– parece que no va a haber otro remedio que dar castigo al que no cumpla con las normas.

«Si te quieres matar, no pongas en peligro la vida de los demás», afirmaba con bastante claridad esta semana José Ortiz, el alcalde de Vejer. Su municipio alberga algunas de las playas donde más infracciones cometen los bañistas.

Y quiere acabar con las negligencias porque, como bien considera, esas imprudencias no sólo ponen en peligro la vida de quien las comete sino también de otros ciudadanos o profesionales que van en su auxilio.

Hace apenas unos días se pudo comprobar. Socorristas, protección civil, Cruz Roja... no dejaron de ayudar a bañistas que se encontraban en apuros en el agua debido a la fuerte resaca que había. Ese es su trabajo, sí, pero hasta cierto punto. Si se previene, si se alerta, si la bandera es roja o amarilla, cada uno tiene que ser consecuente con sus actos y no jugar al peligro en un lugar público que puede empujar a otros a un riesgo mortal. Esta temporada se ha triplicado el número de fallecidos en el mar en la provincia con respecto a otras temporadas anteriores. No todos murieron por desoír las advertencias pero sí algunos de ellos.

Ante tal situación, el Ayuntamiento de Vejer ya se ha planteado seriamente incluir en sus ordenanzas la posibilidad de sancionar a aquellas personas que hagan caso omiso a los avisos de los socorristas y las banderas. «Parece que cuando duele al bolsillo, la gente acata las normas», dice el regidor vejeriego. Y no le falta razón. Así se ha comprobado en otros lugares como Murcia y Canarias donde cuando se habló de tocar las carteras bajaron las cifras de incidencias.

Ante esta posibilidad los beneficiados seríamos los ciudadanos. Los que no saben cuidar de ellos mismos y los que protegen a todos, los que cumplen y los que no.