EL APUNTE

El mismo colapso de tantas veces

La denuncia de carencias en los juzgados es tan antigua que parece condenada a la indiferencia

La Voz de Cádiz

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Durante tantos años, desde tantos frentes, los vecinos de Cádiz han tenido que oír tantos mensajes de petición de ayuda, tantas denuncias por carencias graves en tantos sectores, que cuesta distinguir las realmente urgentes de las que no lo son. Los ciudadanos empiezan a estar inmunizados a base de repetición, a considerarlas parte de un lamento constante en el que cuesta encontrar necesidades verdaderas. Pero cualquiera con algo de sensibilidad social y sentido de la comunidad debe recibir con desasosiego los mensajes lanzados, de nuevo, por instituciones que nos afectan a todos, que son pilares de la sociedad.

Por ejemplo, la Justicia, a través de los jueces y funcionarios ha lanzado su enésimo aviso de socorro. Llevan años clamando por unas necesidades que impiden el desarrollo cotidiano de su labor. Las reformas no llegan, los presupuestos son siempre cortos y el atraso crónico que arrastran los juzgados y todas las dependencias judiciales se ha convertido, según los propios afectados, en colapso casi absoluto. Lamentan los profesionales que alarmas como la que apareció con el caso de Mari Luz Cortés ya se apagaron. Que se olvidan, pero que las dificultades son las mismas, que un requerimiento puede atrasarse de nuevo. Cuando estalle un nuevo escándalo, se volverá a descubrir una realidad diaria, que no ha cambiado, que permanece inmutable desde hace décadas en Cádiz. Situaciones como el aluvión de denuncias en los juzgados de lo social o por las cláusulas suelo marcan momentos concretos que dan la puntilla, el acabose, a un sistema que está desbordado físicamente. No cabe un papel más en unas oficinas que rebosan, con falta de personal y de material. Los propios profesionales admiten que son incapaces de ofrecer un servicio mínimamente digno a los ciudadanos, afirman que los números y las soluciones no llegan y que la paralización es una realidad inevitable por una cuestión numérica y matemática.

La situación lleva al Consejo del Poder de Judicial (CGPJ) a anunciar periódicamente medidas de mejora pero nunca son, ni de lejos, suficientes para paliar tanto atraso. Los trabajadores y responsables ya dan por hecho que nunca lo será. Y los ciudadanos entienden que es la queja de siempre.

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