La Voz de Cádiz

Mala imagen con los petroleros

La decisión de Navantia de trasladar carga de trabajo de PuertoReal a Ferrol abre la puerta a todo tipo de conjeturas

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El traslado de carga de trabajo de la Bahía de Cádiz a Ferrol ha desatado una agria polémica entre los astilleros de ambas zonas y deja en muy mal lugar la gestión de Navantia al frente de la obra de los petroleros. La compañía alega razones de «operatividad» para desviar parte de la producción del segundo buque a la ría gallega, sin embargo, los movimientos no están del todo claros. Navantia se ha topado en Cádiz con un grave problema de costes a la hora de subcontratrar algunas de las secciones de los barcos. El precio de la oferta era tan bajo que no resultaba atractivo para la industria auxiliar, lo que ha provocado una importante demora en el programa de obra debido a la larga negociación que han llevado los concursos.

Finalmente se ha logrado salvar el primer barco y ahora nos enfrentamos al resto de unidades. Navantia no quiere correr más riesgos y ha tirado por la calle de en medio desviando una de las secciones más complejas del segundo buque a Ferrol: los módulos de maquinaria. No obstante, cabe preguntarse qué hay detrás de los planes de la compañía.

Los empresarios gaditanos echan en falta una explicación oficial sobre esta medida de urgencia que abre la puerta a todo tipo de conjeturas. Tanto los trabajadores como la patronal consideran que hay gato encerrado, ya que parte de la obra que se traslada a Ferrol también será subcontratada. Toca saber si las empresaas gallegas han suscrito algún tipo de acuerdo con Navantia para asumir el bajo precio de la subcontratación que tantos quebraderos de cabeza le ha dado en Cádiz. La dirección de Navantia tiene que dar explicaciones convincentes sobre el verdadero motivo que le ha llevado a romper las reglas del juego. El contrato de los petroleros recoge que PuertoReal es el astillero de referencia, mientras que Ferrol asume la construcción de ocho secciones del segundo barco. Al final, Navantia ha tenido que repartir más faena y derivar a Galicia una nueva sección que no figuraba en el pacto inicial. Los sindicatos gallegos, muy críticos con la gestión del actual presidente de la compañía, José Manuel Revuelta, han señalado, pese a todo, que la planta ferrolana estaba a punto de entrar en inactividad. La carga de trabajo que viene de Cádiz hará de puente hasta que el astillero de Ferrol inicie en el verano de 2017 la obra de los dos Barcos de Aprovisionamiento en Combate (BAC) que ha encargado el gobierno de Australia para su Marina.

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