EL APUNTE
Con honores merecidos
La triste muerte de un infante de Marina en acto de servicio nos vuelve a recordar el riesgo que corren por mantener el orden
Dolor, consternación pero también orgullo y homenaje se daban la mano ayer en el patio de armas Lope de Figueroa del Tercio de Armada de San Fernando donde se despedía a uno de sus infantes de Marina, Antonio Carrero Jiménez, fallecido en acto de servicio y que formaba parte del contingente desplegado en Mali. 27 años, toda una vida por delante tenía este militar sevillano que desgraciadamente perdió la vida al sufrir un accidente a miles de kilómetros de su casa.
Sus compañeros recibían su cuerpo en la Base Naval de Rota el sábado y ayer era despedido en el TEAR por autoridades militares y civiles, además de por familiares y amigos. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal le imponía la Cruz del Mérito Naval con Distintivo Amarillo a título póstumo en un solemne y riguroso acto.
Las imágenes de sus compañeros despidiéndolo ayer estremecen. No solo por la evidente pérdida y tristeza de un momento así, sino también por el sentido del trabajo que desempeñan, siempre lleno de riesgos y miedos por vencer.
Los militares, como ocurre con los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, son conscientes de que su labor entraña esos peligros, pero que lo asuman como parte indisoluble de su trabajo, no les resta méritos para que sean valorados por aceptarlos. Se arriesgan por defender a los demás y eso no lo podemos olvidar. Su vocación en este sentido es fundamental ya que se responsabilizan del deber que tienen que cumplir.
Antonio Carrero Jiménez tenía 27 años. Estaba destinado en el Tercio de Armada, en el II Batallón de Desembarco, con sede en San Fernando.
Este infanta de Marina perdió la vida mientras participaba en la misión EUTM Mali en la que España aporta un total de 292 efectivos, de los que 60 pertenecen al Cuerpo de Infantería de Marina. Lejos de su familia y siendo pieza clave de una misión europea que quiere el bien para otros. En este caso crear un entorno seguro y estable en el país africano.
Por tanto es de recibo que se les reconozcan con todos los honores la labor que desarrollan. El esfuerzo que realizan a diario lejos de los suyos y asumiendo riesgos es un ejemplo de entrega y servicio a los demás.
