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¿Qué hacemos con las Aletas?

El Ayuntamiento de Puerto Real desiste de su uso industrial y plantea una opción ecológica que apaga la ambición inicial del proyecto

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l alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, de Podemos, presentó ayer las líneas maestras del plan ecológico que baraja su Ayuntamiento para convertir la finca de Las Aletas en un espacio medio-ambiental y sostenible capaz de generar puestos de trabajo. De este forma, el consistorio puertorrealeño desiste del uso industrial de la finca, donde estaba previsto abrir el tercer parque logístico y empresarial de Andalucía. Los argumentos que expone Romero evidencian dos cosas: por un lado, que el proyecto inicial de Las Aletas ha muerto tras la segunda sentencia del Tribunal Supremo, que no autoriza el parque industrial en las proximidades de una marisma, además, el Tribunal insiste en que no está bien justificado el interés general de esta inversión.

La segunda reflexión de Romero apunta hacia el hartazgo de la población gaditana ante un proyecto que lleva una década en el limbo administrativo y no hay una solución clara de futuro. Desde luego no le falta razón al regidor, pero su alternativa de convertir Las Aletas en un espacio para depuradoras de mariscos, zonas recreativas, áreas deportivas y explotación de salinas y esteros tampoco parece que sea la solución. La intención municipal dista mucho de aquel proyecto que se gestó en 2005 para convertir este espacio en el motor económico de la Bahía de Cádiz, con capacidad para generar hasta 20.000 empleos. El proyecto de Las Aletas que se alumbró hace diez años y que ha tumbado por dos veces el Alto Tribunal es, a todas luces, inviable. El Gobierno de la Nación ha tratado en el último lustro de enmendar y remendar el entuerto que dejó aquella primera sentencia del Supremo de octubre de 2009. Después de muchos esfuerzos y tras cambiar todo el planeamiento inicial del parque, el Tribunal vuelve a tumbar la posibilidad de convertir este paraje en un área productiva de primer nivel. La idea que plantea el alcaide está muy bien sobre el papel, pero no es ni por asomo el proyecto llamado a ser el referente económico y laboral de Cádiz. Las depuradoras de mariscos, los esteros y las áreas deportivas son ideas brillantes de cara a la galería ecologista pero, en absoluto, son generadoras de miles de puestos de trabajo. El Gobierno de la Nación y la Junta tienen la obligación de decidir dónde se invierten ahora los 80 millones de euros consignados para Las Aletas. El alcalde los quiere para su proyecto ecológico.

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