Gaditano, cómo te gusta tu paso

Permitiéndome la licencia de utilizar la poesía que el maestro Herrera declamara en su pregón de Semana Santa, te pregunto, «Gaditano, a ti cómo te gusta tu paso. A hombro descubierto o a cuello con costal. De balcón a balcón o de costero a costero. Con olor a sal de la Bahía o a azahar de la plaza Nueva. Gaditano, a ti cómo te gusta tu paso. Con cargadores en el palo o costaleros en la trabajadera. Con espejos y pateros o con fijadores y corrientes. Dime, gaditano, a ti como te gusta tu paso....»

Me consta, de antemano, que el nombrar el costal en Cádiz es suficiente para crear un cataclismo, e incluso, para que se me dedique algún calificativo «cariñoso», pero es que, con el cambio del horario de salida de la Hermandad del Perdón, las tradiciones gaditanas se están viendo acorraladas, y pasando a ser «especies protegidas».

Por eso, y sin ánimo de controversia o discusión, simplemente como curiosidad, os pregunto: ¿os gustaría ver a vuestros Titulares o, sencillamente, a algún paso en Cádiz portado por costaleros?

No hace mucho en Cádiz, con motivo del Vía Crucis diocesano, pudimos ver cómo costaleros campaban a sus anchas por lugares del sacro santo imperio de la horquilla, levantando algún sarpullido únicamente apaciguado por la excepcionalidad del momento y de la causa.

Sé que alguno me dirá que en Cádiz no hay discusión sobre la entrada o no del costal. O que en ningún momento se ha pensado por parte de ninguna Hermandad el incorporar costaleros a sus pasos. Pero lo cierto es que cuando la Hermandad del Despojado aprobó sus Estatutos con la inclusión del término ‘costalero’ junto al de ‘cargador’ (art. 92.2º), porque así lo permite el estatuto base de las Hermandades, las alarmas de los ‘gaditas’ más ultraconservadores se dispararon en nuestra ciudad. Llegando a surgir muchos voluntarios para hacerse hermanos de la Corporación con el único propósito de oponerse en un hipotético cabildo en el que se propusiera que los pasos de la Hermandad fueran portados por costaleros.

En la actualidad, con la apertura de fronteras a la hora de la erección canoníca de nuevas Hermandades allende las Puertas de Tierra, como el Despojado o el Buen Pastor, o por el simple traslado de sedes de otras, como la Paz o las Aguas, esta última con un rumor cada día más creciente de su posible salida desde el colegio de San Felipe, pueden hacer necesario por su distancia el utilizar un medio de carga más rápido y ágil que el que, tradicionalmente, hemos utilizado en nuestra ciudad. Esto, sumado al hecho palpable de que una cuadrilla de cargadores necesita mayor número de componentes que una de costaleros, y que cada año que pasa es más complicado encontrar «mano de obra» para meterse debajo de un paso, me crea la duda de si no estaremos abocados a convivir en nuestra ciudad con otras forma de carga diferente a la del palo en el hombro. A mezclar estilos de carga, como hacen otras ciudades de la provincia como Jerez.

Lo que tengo claro es que en el momento que una Hermandad gaditana se decida a romper el hielo, y pase el ‘tsunami’ de críticas e improperios, habrá otras que se decidan por el cambio.

Es por eso, que os pregunto, si no estará próximo el momento en el que en un pregón de nuestra ciudad alguien nos diga «¿Gaditano, cómo te gusta tu paso…?»