Ignacio Moreno Bustamante - OPINIÓN

La excelencia existe; también en Cádiz

Hace falta un terrible incendio en Galicia para darnos cuenta de que no todo es política. Para recordar que cada día miles, millones de personas se levantan para, precisamente, levantar este país

IGNACIO MORENO BUSTAMANTE

En estos agitados tiempos que vivimos todo se ha politizado. Nos hemos dejado dividir miserablemente en dos bandos. Según lo que digas o hagas perteneces a uno u otro. Indefectiblemente. Estás etiquetado. No ya sólo si enarbolas una bandera constitucionalista o una republicana. También en temas mucho más cotidianos, desde la política de asuntos sociales de un Ayuntamiento a su programación cultural. Todo aquel que se haya detenido un instante a analizar los porqués de esta fractura habrá sacado sus propias conclusiones.

Probablemente muchos lo asociarán al desafío catalanista, pero sinceramente creo que viene de antes. Puigdemont sí o Puigdemont no es la punta del iceberg de un problema que, a mi modestísimo entender, nació con la radicalización de la izquierda española, auspiciada por la crisis y la flagrante corrupción en el seno de los dos principales partidos políticos, PP y PSOE. Todo ello magnificado por la irrupción de las redes sociales.

Desde finales de los años 70 hasta justo antes de la crisis económica, la izquierda y la derecha de este país habían convivido en paz y armonía. Salvo quizá en el País Vasco, todo el mundo tenía su opinión política y podía expresarla tranquilamente en el bar, en la comida familiar de los domingos, en el gimnasio o después del partido de los martes. Y seguir con las bromas. No sé si ahora es imposible, pero desde luego sí que es mucho más incómodo.

Nuestra vida se ha politizado, nos hemos dividido. Al menos en apariencia. Para todos aquellos que vivimos el día a día de la sobreinformación que nos llega por multitud de canales, a veces resulta complicado mantener la perspectiva. Hace falta un terrible incendio en Galicia para darnos cuenta de que no todo es política. Para recordar que cada día miles, millones de personas se levantan para, precisamente, levantar este país. Gente de derecha, de centro, de izquierda y absolutamente apolíticos. Gente excelente, que nos rodea pero muchas veces es invisible.

Los hay en España y, por supuesto, los hay en Cádiz. Hay ingenieros y operarios excelentes en Airbus, militares de primerísima línea en la Armada Española, gente sobresaliente y cultísima trabajando en míticas ganaderías como la de Núñez del Cuvillo, comunicadores de la talla de Carlos Herrera, ‘atado’ a Cádiz desde hace muchos años y ya de por vida.

Por supuesto, hay una hostelería espectacular, con profesionales reconocidos dentro y fuera de nuestra provincia. Y empresas tecnológicas que despuntan incluso a nivel mundial. A todos ellos, como símbolo de la excelencia de nuestra tierra, vamos a rendir en estos días nuestro humilde homenaje desde LA VOZ DE CÁDIZ. Porque esa excelencia existe. Por supuesto también en nuestra tierra. Difundámoslo. Que se nos olvida.

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