Eterno Valcárcel

Cada pocos meses reaparece el misterioso caso del histórico hospicio de La Viña. Eso sí, reaparece desde hace demasiado tiempo. Desde hace ya 18 años, exactamente. Siempre hay un plan, un proyecto rutilante y bien cantado para devolver la vida a este gran edificio histórico, construido en el siglo XVI y protegido en vano por la Junta de Andalucía. Uno tras otro, los proyectos se retrasan, se atascan y, finalmente, se pierden. Tan es así que Valcárcel pasará con méritos sobrados a la negra historia de los proyectos frustrados y eternizados de esta ciudad. Tras décadas como centro educativo y tras varios lustros de abandono, aún es propiedad de Zaragoza Urbana. Unas semanas después del célebre 15M pasó a la actualidad con las famosas okupaciones pero después ha vuelto a caer en el olvido.

La lentitud burocrática hizo que la empresa propietaria no pudiera o quisiera afrontar el desembolso económico que supondría reactivar el proyecto hotelero –de cinco estrellas, decían– tras más de diez años de espera. La Universidad de Cádiz estuvo al quite el pasado año para proponer que el edificio pueda pasar a sus manos para convertirlo así en la Facultad de Ciencias de la Educación, la que actualmente se encuentra en el campus de Puerto Real. Sin embargo, un año después la UCA confiesa que todo está en el aire, que todo va lento y mal. Otra vez.

El proyecto hotelero se le atravesó sin remedio a la Diputación y al Ayuntamiento de Cádiz, ahora debe ser la primera institución educativa la que deba desbloquear la situación pero asegura que ni siquiera le dan información completa y actualizada. Es imprescindible que, de una vez, los obstáculos administrativos desaparezcan. Por más irritante que resulte, tras casi dos décadas de abandono y espera, aún toca esperar cuatro meses, con suerte, hasta que llegue el otoño y se produzcan los ajustes necesarios para desbloquear el futuro de Valcárcel. Nadie sabe si serán, de nuevo, varios años porque si el tiempo ha demostrado algo en este lugar es que se estira de forma asombrosa.

Bien harían Ayuntamiento y Diputación en lograr algo de agilidad, por una vez, para permitir un empuje importante a la hora de recuperar para La Viña parte del patrimonio histórico y el ambiente universitario que se fue desperdigando por los tres campus que la Universidad de Cádiz tiene en la provincia. El barrio, el inmueble, la historia común de ambos, lo merece, precisa de vida y actividad. Las cuitas sobre aparcamientos y espacios hoteleros, los reproches y las minucias deberían quedar apartados por una vez.