OPINIÓN

Denostado PP

A día de hoy no hay marca más denigrada en nuestro país que la marca PP

Luis Bárcenas, en el juzgado de Valencia L. V
Ignacio Moreno

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A día de hoy, no hay marca más denostada en nuestro país que la marca PP. Y bien que se lo están ganando a pulso . Ni el mayor genio del marketing salido de la más prestigiosa facultad de comunicación sería capaz ahora mismo de enderezar el rumbo de un partido que navega a la deriva. Se pudo recuperar como marca, por ejemplo, Volkswagen, pese a que les pillaron un fraude de proporciones estratosféricas con las emisiones contaminantes de millones de sus vehículos. Se recuperó Samsung después de que explotaran miles de baterías de su penúltimo modelo a lo largo y ancho del mundo. Hasta Vueling –que en su día era como nombrar a la bicha de las líneas aéreas por sus desesperantes retrasos, cancelaciones y pésimo servicio– ha ido recuperando crédito. O la marca PSOE, que ha defraudado millones de euros en Andalucía y, por lo visto, si sus máximos responsables durante décadas dicen que ellos no se enteraron de nada es porque no se enteraron de nada. Y eso que hace cuatro días, en el juicio, una prejubilada de forma fraudulenta afirmó que ella personalmente se lo contó por carta a José Antonio Griñán varias veces. Pero nada, ni un arañazo.

Sin embargo, complicado lo tienen para levantar cabeza los del Partido Popular. Esta semana, en la que curiosamente el Gobierno ha conseguido un reto político vital como la aprobación de los presupuestos, ha sido especialmente cruenta para el mundo pepero. Entre Zaplana y la sentencia de la Gürtel el daño a su ya denostada imagen ha sido tremendo. Debe ser frustante ser un político honrado del PP –que los hay– y ver cómo se van sucediendo los casos de corrupción en tus filas. Sólo por el hecho de ir en una lista ya eres sospechoso de corrupción. Y quien se atreva a confesar que es votante, se lleva seguro de regalo la etiqueta de cómplice, añadida a las ya conocidas de facha, fascista, casta y opresor. No me cabe la menor duda de que la inmensa mayoría de los políticos de cualquier partido, sea el PP, el PSOE, Ciudadanos o Podemos, son honrados. Pero con que haya unas cuantas ovejas negras, pagan justos por pecadores. Y en el caso de los populares hay demasiadas de esas ovejas. Bien están los años que se vayan a pasar en la cárcel los condenados por robar dinero público. Hay quien defiende que estas últimas condenas del caso Gürtel son desproporcionadas si las comparamos, por ejemplo, con las de algunos etarras o con la de José Bretón, que asesinó a sus hijos en Córdoba. Y de hecho lo son. Pero la solución no es rebajársela a Bárcenas, sino aumentársela a los etarras y a Bretón. Con esto nada de buenismos ni medias tintas. Duras penas a quienes tanto daño hacen. Sea asesinando o sea poniendo en jaque la estabilidad de todo un país por sus ansias de riqueza. Sólo con la fuerza de la ley conseguiremos, algún día, volver a confiar en la honradez de los políticos. De cualquier partido. Incluso del PP.

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