OPINIÓN
Demagogia revisable
la izquierda española quiere alcanzar el poder a base de populismo y demagogia como nos acostumbra desde la Segunda República
España es uno de los países más seguros del mundo, el quinto para ser más exacto. La seguridad debe ser concebida como una más de las dimensiones del Estado del bienestar. España es el segundo país de Europa con mayor tasa de reposición en lo concerniente a la pensión de jubilación. Es decir, la pensión media recibida en el momento del hecho causante de la pensión, asciende al 80% del último sueldo percibido. Otro pilar del Estado de bienestar. España soporta una cantidad mayor de gasto por profesor en el sistema público de enseñanza, que una gran parte de los países con mejores resultados en el sistema PISA. Es el tercer pilar del Estado de bienestar. Quedaría argumentar sobre el cuarto pilar, que es el sistema de servicios sociales.
Dentro de este sí que nos situamos por debajo de los países más avanzados, en todo aquello que pueda equilibrar la brecha por maternidad, que es determinante para alcanzar la igualdad por razón de sexo. Y digo sexo y no género, porque hasta la fecha sólo las mujeres monopolizan la maternidad. Pues bien, la izquierda española quiere alcanzar el poder a base de populismo y demagogia como nos acostumbra desde la Segunda República. El PSOE rompe cualquier atisbo de acuerdo o pacto con el centro derecha (PP y C’s), porque disputa con PODEMOS quien se queda con el electorado de la ultra izquierda. Es un craso error pretender el extremo y desatender su natural tendencia al centro. Al menos es eso lo que el país demanda.
En el debate sobre la «Ley mordaza» se cuestionaba el binomio libertad-seguridad. La seguridad es considerada por algunos una amenaza a la libertad. Sin embargo en el caso español el debate es estéril. En la clasificación de la Unidad de Inteligencia de The Economics (Democracy Index 2017), España está considerada una democracia plena. Al hilo de esto, el Pleno del Congreso ha rechazado las dos enmiendas a la totalidad presentadas por el PP y C’s contra la proposición de Ley presentada por el PNV para derogar la prisión permanente revisable. Hay un recurso de inconstitucionalidad presentado por el PSOE contra la Ley. Esta Ley es absolutamente homologable con las de las más asentadas democracias europeas que la tienen en términos análogos.
La izquierda con la memoria histórica quiere desenterrar a Franco y supongo ponerlo a pasear por las calles. Parece que no puede vivir sin él. Algo así como “ni contigo, ni sin ti”. Tantas ganas de calle que también han espoleado en la calle a un minoritario y jaleoso grupo de pensionistas. Muchos de ellos demandando se garanticen las pensiones de sus hijos y nietos. Curiosamente no la propia. Quizás son conscientes de la reducción del 40% de las pensiones griegas, auspiciadas por el PODEMOS Heleno. Con un presupuesto de la Seguridad Social que roza el 40% de los PGE y un déficit de 18.000 millones para este año, solo cabe hacer pequeños ajustes de carácter técnico, y al unísono adelantar la aplicación del factor de sostenibilidad. Entiendo una irresponsabilidad del PP el incremento del 0,25%, dada las situaciones financieras de déficits del presupuesto de la Seguridad Social y el del Estado. Vayamos pensando en jubilarnos a los 70 años. Por cierto, durante 2017, el 40% de los que se jubilaron lo hicieron anticipadamente.
La izquierda impide cualquier acuerdo en educación, sobre la base de que no se llega al 5% del Presupuesto del Estado. No es cuestión de mayores recursos, es un problema de valores y principios. Y por supuesto una eficaz y eficiente gestión.
La brecha por maternidad es una cuestión ciertamente mejorable y es de justicia se pongan los medios para que desaparezca. El modelo sueco es atractivo una vez más, donde las prestaciones y medios financieros directos, han desarrollado un sistema público-privado, donde los usuarios de prestaciones deciden sobre la condición del proveedor público o privado prestador del servicio, o en su caso la opción de percepción de un «cheque» para aplicarlo con plena libertad por su receptor.
La retórica demagoga-populista de la izquierda española sólo se contrarresta con la desaparición de los complejos que siempre ha padecido el centro derechas español. Ambas sí que son revisables.
