El Apunte
Los cruceros de cada año
Cádiz vuelve a recibir un asombroso número de escalas con mucha tarea hecha y mucha pendiente
Es una situación que se ha hecho familiar. Quizás, ha creado la imagen cotidiana más frecuente del casco antiguo de Cádiz durante los últimos años. Se trata de un grupo, amplio, de cruceristas, de turistas, con su guía en la mano mirando fachadas o calles, levantando la vista ante monumentos, paseando. Pero no por repetida en lo que va de siglo deja de ser importante. No en vano, hablamos de uno de los sectores en los que la capital gaditana tiene sus mayores potenciales de crecimiento económico y creación de puestos de trabajo. El aumento del número de los turistas que llegan por mar a la ciudad es, simplemente, asombroso. Son miles de ellos a lo largo del año y a los que hay que ofrecerles una variedad lo más amplia posible de ocio, cultura y comercio. Especialmente intensa es la llegada en dos momentos del año: abril-mayo y septiembre-octubre.
Justo esta semana, Cádiz afronta un nuevo exámen con el inicio de la fase de llegada masiva de cruceristas, de las mayores de su historia reciente, con varios hitos en los últimos años. De hecho, el número de barcos que atracan en la ciudad desde el lunes hasta el domingo es de 13. Serán 83 hasta que acabe el mes de mayo. Alguno, como el que atraca hoy, con unos gigantescos 239 metros de eslora. Tres campos de fútbol, uno tras otro, de proa a popa. Son números y anécdotas que ilustran un crecimiento que es una oportunidad que la ciudad no debe desaprovechar. La Autoridad Portuaria ha hecho su parte del trabajo un año más y desde Diputación también se ha sembrado para que estos datos vayan a más cada año con su presencia en diversas ferias internacionales y campañas de promoción. La tarea de atraerlos a Cádiz se ha hecho.
Sin embargo, aún queda recorrido para cumplir con los visitantes. La ciudad, sobre todo su casco histórico, habla por si solo. Únicamente por visitarlo merece la pena la escala. Pero hay que ofrecer algo más. Y es complicado poner muchas esperanzas en que el Gobierno local vaya a poner en marcha algunas medidas para que así ocurra. Desde que Podemos llegó al poder hace tres años apenas ha aplicado ninguna medida que fomente el turismo de cruceros.
Es más, posiblemente sin pretenderlo haya provocado el efecto contrario vendiendo en varias ocasiones la imagen de una ciudad paralizada, bloqueada, decadente, empobrecida, que no se corresponde con la realidad.
