Montiel de Arnáiz - ARTÍCULO

Copropolítica

«Qué malo es tener un cuñado si te dedicas a la política», decía José María González, con razón, el año pasado

Montiel de Arnáiz
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¿Conoce usted las diferencias entre la ética y la estética? Algunos concejales no, desde luego. Cierto es que para ser edil se exige no ser Nicómaco ni nada que se le parezca; es más, es causa de descarte de lista electoral que el nombre del teniente en potencia tenga reminiscencias griegas. «Griego, ni el yogur», se ha escuchado exclamar a algún candidato a alcalde en el sube y baja de las escalinatas consistoriales.

¿Y si le pregunto distinciones entre lo moral y lo legal? Seguramente dirá: «¡La Banca gana!», expresión muy en desuso en estos tiempos del anticapitalismo naciente y muriente, visto lo visto en según qué sitios. He ahí el escudo que usan tantos y tantos protohombres de la copropolítica: grande, poderoso y hecho de adamántium, como el del Capitán América: «No he hecho nada ilegal, pregunten al interventor municipal», arguye el edil de turno, torpe por el mero hecho de hacer declaraciones cuando es cogido in fraganti, in flagranti e in fartanti.

Los políticos sin carrera, me refiero a los que no han estudiado Ciencias Políticas, no entienden de ética, de estética, ni de moral: sólo prestan atención a la ‘justisia sosiá’ y a la legalidad que marcan el secretario y el interventor municipales. Se abanderan en sus reparos o los bordean –del verbo ‘borderlinear’– según convenga, claro.

«Qué malo es tener un cuñado si te dedicas a la política», decía hace justamente un año y con toda la razón José María González cuando mandó abrir una investigación sobre la compra de móviles y tabletas de Cádiz Conecta a la empresa informática del cuñado del portavoz del PP, Ignacio Romaní. Los cuñados son nocivos para el alcalde porque le deben recordar a C’s, supongo, pero ¿qué ha dicho Kichi sobre Manuel González Bauza, concejal de medioambiente, tras la denuncia existente en Fiscalía y las grabaciones de sus reuniones? ¿Y del inflado y manipulación de los partes de limpieza? Imagino que poco, dado que él eligió a Bauza como concejal encargado de bregar con Sufi Cointer, tras tantos años de ser inspector de limpieza. «Qué malo es tener un hijo en una contrata de limpieza si uno es político», contestará ahora Romaní. Menos mal que al fin llovieron océanos y la mierda huyó de las calles de Cádiz.

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