Ignacio Moreno Bustamante - Opinión

En Cádiz todo da igual

El verdadero problema, es que mientras todo eso ocurre, el PSOE de Cádiz se rasca la barriga. U otra cosa. Porque el problema no es Podemos

Ignacio Moreno Bustamante
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La Navidad se aproxima. Las calles y plazas de Cádiz siguen casi a oscuras. Ya veremos en enero el balance de ventas del sector. Las mujeres en riesgo de exclusión o víctimas de maltrato reciben cursos para buscar empleo. Con contenidos que nada tienen que ver con la búsqueda del mismo. Muy respetable lo de la masturbación, la autoestima y el ‘empoderamiento’ ese que tanto pregonan los de Podemos. Se les llena la boca. Empoderamiento. Pero, ¿saber masturbarse para buscar trabajo? En fin. El alcalde canta coplas de Carnaval. Un día sí. Otro también. Imploramos al Dios de la lluvia para que se adecenten las calles solitas. Nos desesperamos al ver cómo se eliminan las becas a los alumnos más brillantes de la ciudad.

Nos siguen vendiendo la milonga del hambre. Se cargan los Premios Cortes de Cádiz. Nos toman por imbéciles con vídeos explicativos para cortos de entendederas. Perdemos millones en ayudas europeas. Los dueños de los chiringuitos se desesperan. El gasto en servicios sociales se reduce. La Asociación Pro Derechos Humanos denuncia la ineptitud de sus responsables. De los responsables de asuntos sociales, digo. Cambian banderitas. Y cuadros. Y otra vez banderitas. Retiran bustos de gaditanas. Utilizan el Ayuntamiento para hacer política barata a nivel nacional. Dan tumbos con el presupuesto municipal... ese es el triste día a día de Cádiz. Así, de forma resumida. Se podría seguir, claro.

Pero el problema, el verdadero problema, es que mientras todo eso ocurre, el PSOE de Cádiz se rasca la barriga. U otra cosa. Porque el problema no es Podemos. A estas alturas, su ineptitud a la hora de gestionar está más que probada. Si de un día para otro les cambias la litrona por una concejalía, no puedes esperar gran cosa. Allá aquel que no quiera abrir los ojos. El verdadero problema –todos lo sabemos– es el PSOE. Es el que lo mantiene ahí a la espera de que Susana Díaz dé la orden de ‘atacar’. Pero ya se sabe que la jefa tiene asuntos más importantes que atender. Y no se engañen, tan culpable como el PSOE empieza a ser el Partido Popular. En el pleno celebrado esta semana para modificar los presupuestos, el exconcejal de Hacienda, José Blas Fernández, lo dijo bien clarito. De moción de censura, nada de nada. «Nosotros vamos a seguir dejándoles que gobiernen, que se estrellen solos». Luego ya está clara la estrategia. Dejarles dos años y medio más, hasta que el deterioro sea del todo evidente. Para entonces tratar de recuperar el poder. Y si lo consiguen, ya tienen la excusa perfecta para los siguientes cuatro años. Apelarán al desastre que han heredado, con la ciudad hecha un asco. Y tendrán razón. Pero en parte serán complices de ello, por no haber, al menos, tratado de alcanzar un acuerdo con Fran González. Porque mientras tanto, ¿qué pasa con los gaditanos? ¿Qué pasa con la ciudad? Que nos zurzan. Que nos den dos duros. O un curso de empoderamiento. Feminoide. O masculoide. Da igual. Por lo visto en Cádiz todo da igual.

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