Juan Manuel Pérez Dorao

Cádiz no puede esperar

A la ciudad de Cádiz le han sido denegadas unas subvenciones denominadas EDUSI por valor de 15 millones de euros que tenía solicitadas

Juan Manuel Pérez Dorao
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Como la mayoría de los lectores sabrán a través de los medios de comunicación, a la ciudad de Cádiz le han sido denegadas unas subvenciones denominadas EDUSI por valor de 15 millones de euros que tenía solicitadas, aunque es cierto que aún está abierto un trámite de alegaciones que esperamos que prosperen. En este punto el equipo de gobierno tiene, como siempre, todo nuestro apoyo y puede contar con nuestra más firme colaboración, ya que deseamos fervientemente que los fondos vengan a esta ciudad nuestra que tanto los necesita.

Este hecho viene agravar lo ya acontecido en el pasado mes de abril, cuando nuestro Ayuntamiento dejó pasar la oportunidad de solicitar unas ayudas de 5 millones de euros correspondientes al fondo Urban Innovative Actions, también de procedencia europea, tomando la decisión de no concurrir a la convocatoria, circunstancia a la que se ha sumado la decepción que ha supuesto ahora la descalificación de nuestro proyecto en el programa EDUSI.

Tengo que reconocerles que mi primer sentimiento ante estos hechos, como gaditano, es siempre de enfado hacia los organismos que privan a Cádiz de estas ayudas tan necesarias para la ciudad y sobre todo para sus barrios más desfavorecidos. Algo muy natural que seguramente la mayoría de ustedes compartirán. Pero más allá de esta reacción inicial, totalmente comprensible, es conveniente hacer una reflexión crítica para identificar la causa de lo que está ocurriendo.

Es preciso recordar que el Ayuntamiento cuenta con un equipo de técnicos provistos de excelente formación y gran experiencia en la obtención y gestión de fondos europeos, que permitieron en el pasado que la ciudad recibiera inversiones dotadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, con importes superiores a 40 millones de euros.

Preguntémonos por qué ahora, pese a contar con los mismos medios humanos y técnicos, hemos fallado. El problema está, sin duda, en los dirigentes, y en particular en la estrategia implementada por esos dirigentes.

Cuando un equipo de fútbol pierde partido tras partido, lo más inmediato es exigir al entrenador un cambio de estrategia o de alineación, antes de tomar decisiones más drásticas. De la misma manera en este caso, como oposición en el Ayuntamiento de Cádiz, debemos exigir que el Alcalde, como máximo responsable del equipo de gobierno, analice las causas de estos resultados y tome medidas para cambiarlos.

Porque Cádiz no puede perder más oportunidades por una defectuosa gestión de los recursos con los que cuenta el Ayuntamiento o por la elección de una estrategia inadecuada.

Quiero recalcar que este análisis proviene siempre de un planteamiento pragmático que no tiene nada que ver con el revanchismo o los colores políticos. Mi partido, y yo personalmente, acabamos de llegar en esta Legislatura a la política municipal y de lo que queremos hablar en este escrito es de eficacia en la gestión. No pretendemos ahora imputar responsabilidades ni reclamar consecuencias. Sí queremos en cambio, porque es lo primordial en este momento, señalar que hay condiciones para hacer las cosas mejor. Y debe ser el señor Alcalde quien valore la situación y tome las medidas oportunas para que este tipo de errores no vuelvan a repetirse, como entrenador de este equipo y máximo responsable de sus resultados.

No procede llorar por lo que ha pasado ni echar la culpa del examen suspendido a la manía que nos pueda tener el profesor. Sentémonos todos para tomar las medidas necesarias, analizar los errores de procedimiento y poner, de la forma más profesional posible, las soluciones. De manera inmediata y drástica, porque Cádiz no puede esperar más.

Y volviendo al símil del estudiante, es preciso recordar que para garantizar el éxito, las asignaturas se han de preparar desde el primer día de clase. Estudiar la noche anterior nunca ha sido una buena estrategia. Como profesor que ha sido, nuestro Alcalde debe saber que esta dinámica lleva frecuentemente al fracaso y siempre a la incertidumbre. Pero en la gestión municipal no hay segundas oportunidades porque el tiempo transcurrido es irrecuperable. Las ayudas perdidas, perdidas están y el suspenso no es para el estudiante. En este caso a quien suspenden es a la ciudad de Cádiz y a sus vecinos.

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