Julio Terrón

Cádiz con Elcano

Hoy el Elcano nos recuerda ese pasado, es un eco de la historia; forma a bordo en valores, recupera tradiciones

Julio Terrón

El buque escuela Juan Sebastián de Elcano, que fue construido en los astilleros gaditanos en 1927, está próximo a cumplir 100 años. Desde entonces, siempre que ha podido, ha zarpado de este puerto para realizar sus singladuras de formación de los guardiamarinas. Es un excelente embajador de la ciudad y de España, un barco muy querido en Cádiz.

Esta ciudad y bahía de tanta tradición marinera desde los fenicios, sin embargo, parece que vive de espaldas al mar. Por eso la asociación 'Cádiz Capitana del Mar' y 'Rumbo Sur Eventos' empezaron desde hace años a promocionar la historia y cultura marítima. El último sueño persigue poner en valor el enorme potencial cultural, histórico, social, turístico y económico de la estancia y salida del buque escuela. A este sueño se han unido numerosas personas ilusionadas, formando el colectivo 'Cádiz con Elcano'.

Nos dimos cuenta que el proyecto tiene una gran filosofía, sentido e importancia porque vivimos en tiempos de crisis, de vertiginosos cambios económicos, sociales, de visión y formas de vida y se nos suele decir que debemos renacer y reinventarnos.

Las ciudades no iban a ser menos y para conseguir un futuro mejor buscan modelos, marcas de identidad, remodelaciones urbanas o planes integrados que las diferencien de las demás y que sirvan de atractor de actividades de sinergias empresariales, que orienten y aúnen esfuerzos de todos. Hay ejemplos como Bilbao con el Guggenheim, Valencia, 'Ciudad de las Artes y las Ciencias, Cartagena, 'Ciudad de Culturas y de Tesoros' o Málaga, 'Ciudad Genial, ciudad infinita'.

Hay que tener en cuenta que casi todos los estudios de prospectiva de ciudades de la bahía se apuntan entre sus ideas la necesidad de conseguir una buena integración puerto-ciudad, el potenciar todo lo relacionado con el mundo marítimo, el defender y poner en valor el patrimonio e historia naval y crear el área metropolitana trabajando unidos.

En el año del Tricentenario vimos lo importante que fue que, en 1717, Felipe V ordenara la gestión en monopolio del comercio con Indias desde Cádiz, con el encargo a Patiño de un plan integral para la ciudad y la bahía, sembrando los cimientos de todo lo que vino aquí después en el siglo XVIII: el Arsenal de la Carraca, la Escuela de Guardiamarinas, el Real Colegio de Cirugía de la Armada, el Observatorio Astronómico y la llegada de comerciantes extranjeros y personajes ilustrados. Surgió una ciudad amurallada, con casas de comerciantes, palacios; en las calles se hablaban varios idiomas, había tertulias, tres teatros, muchas librerías y hasta el meridiano cero pasaba por ella. Todos los viajeros la describieron como una ciudad cosmopolita, burguesa, rica, culta, hermosa, limpia, de gentes amables que trabajaban mirando al mar y sabían vivir la vida. Ahora ya se fueron los personajes, pero nos dejaron grandes enseñanzas, valores y un escenario de gran potencial.

¿Qué enseñanzas podemos sacar de esto para el presente y futuro? Había un potente atractor económico favorecido por una planificación de estado, buenos e ilustrados dirigentes, un plan de visión y acción integral a largo plazo, un tejido empresarial cosmopolita, un sentido de bahía. Con ello se atrajo el talento creativo, el comercio, la cultura, el buen urbanismo y la imagen de la ciudad era muy valorada.

Precisamente interés y objetivos por el Elcano vienen de esa pregunta. Hoy el Elcano nos recuerda ese pasado, es un eco de la historia; forma a bordo en valores, recupera tradiciones. Hace vida de bahía, en la Carraca, en Cádiz. Además, es embajador con América. Es pues, un espejo donde mirarnos para tomar enseñanzas.

Con nuestro completo programa de actividades queremos promocionar y difundir la estancia del Elcano y su salida, para acercarlo a la ciudadanía y ésta lo sienta suyo y que el día que se retire se quede aquí, pues ya se han llevado demasiadas cosas. Queremos que se conozca en la calle, inculcar este amor a los pequeños, transmitir los valores tradicionales de insignes personajes de la Armada para aumentar la autoestima de la ciudadanía al conocer su historia.

Y, sobre todo, celebrar el emocionante día de la salida: la misa, la salve, el desfile, la Galeona, la ceremonia del muelle, en la que este año la coral de la UCA cantará la Salve Marinera. No se irá solo, pues se ha invitado a los barcos de la Bahía para que lo acompañen enarbolando el banderín de 'Cádiz con Elcano 2018' y todo ello será filmado por un dron, ayudando a crear imagen.

Es, pues, un proyecto de ciudad y de Bahía, que pretende conseguir, con el tiempo, que la salida del buque sea auténtica fiesta, un clásico de la cultura marítima y que todos digan: “Vamos a Cádiz a despedir al Elcano”.

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