Ángel Liberal Fernández

Buscando ayudas para la base de Gibraltar

Gibraltar es una base muy valiosa para el Reino Unido, incluso de «proporciones enormes», porque en el Mediterráneo sólo tienen esta «ratonera»

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El Brexit supone una amenaza para el mantenimiento de la base militar de la colonia de Gibraltar con su «formato actual», es decir, a un coste irrisorio para el contribuyente británico. Esto es así porque la verja inglesa que parte en dos el istmo español puede volver a la situación anterior a la entrada de España en la Unión Europea: Gibraltar puede perder las ventajas de que disfruta en la UE y, por todo ello, la economía local puede hundirse dejando de contribuir a la financiación de la base.

Los británicos necesitan asegurarse la base militar, así que tienen que «vender» el producto entre quienes pueden ayudarle. No buscarán ayuda en la UE pero sí en la OTAN.

Hace cinco años, un significado cargo político británico dijo que «Gibraltar todavía tiene importancia estratégica, no sólo para el Reino Unido sino también para la OTAN y, es más, también para las Naciones Unidas».

En septiembre de 2016, otro alto cargo británico se refirió a «su imperecedera importancia geo–estratégica como la puerta de entrada al Mediterráneo para asegurar el tránsito de las rutas marítimas y mantener el acceso a Chipre y el Canal de Suez en apoyo de los intereses nacionales británicos».

El primer comentario refleja cierto carácter insular y desconocimiento de la geografía; el segundo demuestra añoranza del siglo XIX, con el Imperio y la «ruta de la India».

Lo cierto es que Gibraltar es una base muy valiosa para el Reino Unido; puede que su importancia para ellos sea de «proporciones enormes» porque en el Mediterráneo sólo tienen esta «ratonera». Seguramente lo fue para la OTAN cuando España no formaba parte de la Alianza. Ahora su valor es exclusivo para los británicos, que se olvidan de lo que ofrece España.

Lo que ofrece el Peñón desde la esquina nororiental del Estrecho se centra en tres capacidades: el puerto con la base naval, el aeródromo militar y la Inteligencia.

Una «ratonera»

En el puerto tienen muelles con unos 5.400 m. de líneas de atraque de las cuales tan solo unos 940 m. son militares. Tiene el agravante de que los barcos para entrar en esa «ratonera» deben atravesar la concurrida bahía de Algeciras. Pensemos que la base naval de Rota tiene unos 3.100 m de líneas de atraque militares y da al mar abierto. No entramos a considerar los puertos de Algeciras y Cádiz, mucho mayores que el de Gibraltar.

El aeródromo –construido en el istmo ocupado ilegalmente– tiene una pista de 1.852 m. con notables inconvenientes estructurales por su situación geográfica. Año tras año se incluye entre los diez más peligrosos del mundo. La pista del aeropuerto militar de Rota (a 103 km de Gibraltar) tiene 3.700 m de longitud mientras que la de Morón (también militar a 117 km del Peñón), tiene 3.604 m. Jerez (a 90 km) tiene una pista de 2.300 m. Las dos pistas del aeropuerto de Málaga (a 97 km) tienen, una 3.200 m y la otra 3.090 m; es a éste al que se desvían con frecuencia los vuelos civiles de Gibraltar cuando no pueden aterrizar allí por las malas condiciones meteorológicas.

Como vemos, no es posible «vender» las supuestas ventajas del puerto y del aeródromo porque están a la vista y resultan ridículas comparadas con lo que ofrece España. Les queda la Inteligencia. Aquí juegan con ventaja porque ningún Gobierno pregona sus capacidades en este campo. Como es lo único que no se ve, intentan magnificar sus posibilidades y la calidad de sus resultados. Resulta dudoso porque lo hacen como si en la península Ibérica en particular y en el sur de Europa en general no existiesen más capacidades de Inteligencia que las de Gibraltar.

Los británicos cubren varios campos. Uno significativo es el de la Inteligencia Acústica, dedicada a detectar el paso de submarinos en inmersión por el Estrecho. El enganche en tierra del tendido submarino está en el Peñón pero tanto la tecnología como parte del personal a su servicio debe ser norteamericano.

Interceptar comunicaciones

Otro campo interesante que ahora «venden» con insistencia es el de la interceptación de comunicaciones. Escuchan las de telefonía móvil que entran dentro de su radio de acción y las de larga distancia, sean marítimas, terrestres, por satélite o aeronáuticas. No deben librarse los cables submarinos de comunicaciones telefónicas que pasan por sus proximidades y pueden ser «pinchados».

Hace unos tres años, en la meseta de punta Europa, instalaron un nuevo conjunto de antenas compatibles con la interceptación de comunicaciones de larga distancia.

En Gibraltar trabajan militares de los ‘Regimientos de Señales’ británicos (en España, ‘Transmisiones’). Aumentan su número cuando barcos rusos entran en Ceuta. Son los dedicados a la Inteligencia y lo hacen de forma simultánea con los que operan las instalaciones –mucho más importantes– de sus bases de soberanía arrancadas a los chipriotas.

Recientemente, varias veces y con gran aparato mediático, han intentado hacernos creer que las detenciones de «yihadistas» en España se debieron al trabajo de los militares dedicados a estas tareas en Gibraltar. Como si tuviésemos que estarles agradecidos y dando por hecho que en España no pudiera haber instalaciones ni personal con capacidades similares.

Llama la atención el que mientras intentan «vender» la eficacia y supuestas ventajas de su colonia en la lucha contra el terrorismo, el Reino Unido mantiene a Gibraltar excluido del «Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo» (1999). Ventajas de tener colonias.

Es indudable que la colaboración entre países aliados para luchar contra el terrorismo es primordial pues está en juego la seguridad de todos pero, la base de una buena colaboración es el respeto. Tratando de menospreciar las capacidades españolas no se demuestra mucho respeto. Todo por mantener su base colonial.

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