El boxeo «golpea» en una sobremesa llena de personalidades

El boxeo, al igual que la cocina o el cine, son disciplinas en las que no se puede dar nada por hecho. El margen de error es tan pequeño, que el más mínimo detalle puede llevarte de la gloria al fracaso. Aunque, si algo tienen en común estos tres sectores, es que para tener éxito, son necesarios la habilidad y el talento. Pero, sobre todo, la voluntad de crecer y avanzar.

En esta nueva jornada de Cicerone Experience, vuelve a quedar latente que cultivar el espíritu gastronómico es solo posible si se marida con una buena conversación. Una tranquila calle Lagasca, apenas iluminada por la fachada del restaurante Villoldo, recibe la llegada progresiva de selectos comensales. La velada sumerge a los invitados, entre los que se encuentra Carlos Maribona, prescriptor de los restaurantes que integran la guía Cicerone, en un ambiente distendido y afable desde primera hora cuando hacen entrada los protagonistas: David Gistau, José Luis Garci y Jero García.

Tres grandes de la cultura y el deporte español a los que une gran pasión: el boxeo.

Tras unas horas de apasionante tertulia, Jero García cerraba la velada con una reflexión digna de ser aplicada a distintos aspectos de la vida: «Existen muchos casos en los que una persona entrena durante meses y cuando sube a un ring y recibe un derechazo es incapaz de asumirlo y se retira para siempre. Sin embargo, si eres capaz de superar ese primer obstáculo, una vez lo vas interiorizando, te sientes tan vivo que ya no hay vuelta atrás». Es decir, «por más difícil que vengan dadas, no hay que bajar los brazos jamás».