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Imagen que muestra el efecto devastador del agua en ausencia de arbolado - ALFONSO MARTÍNEZ-CONDE IBAÑEZ
CANTABRIA

Hombres y ovejas, unidos para recuperar la riqueza forestal que atesoraba la cuenca del río Miera

Un proyecto Life+ combina en la actualidad la plantación de árboles autóctonos con acuerdos de custodia de territorio

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  1. Reforestación

    La deforestación que se produjo en la cabecera del río Miera en los siglos XVIII y XIX es aún palpable - FUNDACIÓN NATURALEZA Y HOMBRE (FNYH)

    La deforestación que se produjo en la cabecera del río Miera (Cantabria) en los siglos XVIII y XIX para emplear la madera en la construcción de la artillería y los cañones que portaban los barcos de la Armada Española aún se nota, explica Blanca Serrano, de la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), organización que coordina el proyecto Life+ «Conservación de la Biodiversidad del río Miera», apoyado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

    Tal deforestación ha originado procesos erosivos «muy llamativos» debido al carácter sedimentario del terreno, de origen glaciar y con fuertes pendientes y alta pluviosidad, originando la pérdida de fertilidad y de sustrato necesarios para el crecimiento del arbolado, subraya Serrano.

    Se han plantado 28.000 árboles autóctonos en más de 60 hectáreas de la cabecera del río Miera desde 2014Se han plantado 28.000 árboles autóctonos en más de 60 hectáreas de la cabecera del río Miera desde 2014

    Desde que se iniciara el Life+ Miera en julio de 2014 se han plantado 28.000 árboles autóctonos en más de 60 hectáreas de la cabecera del río. La FNYH gestiona un vivero, "El Pendo", localizado en la localidad de Camargo (Cantabria), del que han salido los ejemplares de roble, haya, acebo, serbal de los cazadores, mostajo, fresno, sauce o aliso, por ejemplo, que se han plantado hasta ahora. Y alberga, también, 20.000 más listos para cumplir la misma función. El vivero, además, se ha utilizado como «centro de ensayo» para la producción ex situ de Woodwardia radicans, con el fin de «reforzar las poblaciones naturales de este helecho protegido», destaca Serrano.

    Gestión silvopastoral

    La protección de las reforestaciones y de las áreas forestales se garantiza a través de la gestión silvopastoral, que consiste en emplear rebaños de razas autóctonas de ganado: la oveja latxa carranzana, el burro español y diferentes razas de caballo (losino, pottoka e hispanobretón).

    «Las ovejas latxas pacen en el entorno del arbolado plantado -los ejemplares se preservan con tubos individuales de plástico-, comiéndose la hierba que crece entre los árboles y evitando el desarrollo de zarzas y matorral, que contribuyen a propagar los incendios. Los caballos, mientras, pacen en áreas cortafuegos en el perímetro exterior de las plantaciones», aclara Serrano.

  2. Lugares de Importancia Comunitaria

    El Life+ «Conservación de la Biodiversidad del río Miera» actúa en cuatro Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) localizados en Cantabria.

    - LIC Montes de Valnera y LIC Montaña Oriental: recuperación forestal y de áreas de turbera en la cabecera fluvial.

    - LIC Río Miera: eliminación de barreras para el salmón atlántico y la mejora del bosque de ribera a lo largo del curso medio del río y de sus afluentes (Pámanes, Aguanaz, Pontones y Revilla).

    - LIC Dunas del Puntal y Estuario del Miera: restauración de hábitats naturales sensibles de su desembocadura afectados por el uso humano intensivo, tanto turístico como ganadero o residencial, y por la vegetación invasora, como el plumero o la chilca, de origen americano, que han perjudicado a la superficie de brezal costero de la Isla de Santa Marina, sin ir más lejos.

  3. Turberas

    Las turberas y tremedales de la cuenca del Miera se encuentran hoy en zonas de pasto, por lo que las mayores afecciones que sufren guardan relación con el sobrepastoreo, los incendios o la erosión que acarrea el pisoteo de las vacas, así como la contaminación con nitratos derivada de sus excrementos, enumera Blanca Serrano, de la Fundación Naturaleza y Hombre.

    La organización tratará, entre otras medidas, de limitar el acceso al ganado vacuno a las turberas y disponer elementos interpretativos que adviertan e informen a locales y visitantes sobre la importancia de estos frágiles ecosistemas.

    Las turberas actúan como reserva de agua dulce y regulador del drenaje, al tiempo que secuestran dióxido de carbono atmosférico, colaborando en la lucha frente al cambio climático.

  4. Conectividad ecológica

    El río Miera presenta varios obstáculos para la migración de los peces, reconocen desde la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), que aluden directamente a las presas que, «en algunos casos», se hallan en desuso, comenta la técnico Blanca Serrano.

    Para permitir la migración reproductora del salmón atlántico (Salmo salar) en el río Miera se implementarán acciones sobre tres presas ubicadas en su curso medio, en el entorno del municipio de Liérganes.

    Durante el proceso de permeabilización de las presas se utilizarán las técnicas «más novedosas» y adaptadas a las condiciones de caudal, altura del obstáculo y pendiente disponible, asegura Serrano. Por ejemplo, se realizarán una escala para peces, un río artificial y la adaptación de un salto natural.

    Gracias a estas soluciones, que se aplicarán a partir de la época estival, desde la FNYH confían en que el salmón atlántico acceda al curso alto del río Miera, donde «las fluctuaciones del caudal son menores», por lo que «habrá más garantías de encontrar alevines» de la especie, añade la técnico.

  5. Custodia del territorio

    Las distintas acciones que van configurando el Life+ Miera, que apoya la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambienteal, se desempeñan tanto en terrenos de titularidad pública como privada, «por lo que alcanzar acuerdos que permitan trabajar ha resultado fundamental», admiten desde la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH). La herramienta de gestión por la que se ha decantado la organización se conoce como «custodia del territorio», permitiéndoles firmar diez acuerdos de 25 años de duración para la mejora de hábitats y especies objetivo del proyecto.

    «Que el monte se convierta en un bosque» gracias a una labor altruista, sacrificada y continuada«Que el monte se convierta en un bosque» gracias a una labor altruista, sacrificada y continuada

    Alfonso Martínez-Conde Ibañez y su hijo Carlos adquirieron hace seis años fincas aledañas a otra que posee la FNYH en el término conocido como El Haya, próximo a los municipios de Vega de Pas y San Roque de Riomiera, con afán de devolver a la cuenca del río Miera la rica biodiversidad que antaño atesoraba: «Que el monte se convierta en un bosque» es su deseo.

    Se trata de una inversión a fondo perdido desde el punto de vista económico, reconoce Martínez-Conde, dado que no destinan sus hectáreas a la explotación agrícola o ganadera. Sin embargo, participan en esta altruista recuperación del entorno, «por cariño a la tierra», dado que su familia procede del valle de Toranzo.

    «Se trata de una labor sacrificada y que debe ser continúa», comenta Martínez-Conde, que comenzó con la restauración de las cabañas pasiegas, que servían para refugiar al ganado y llevan cuatro décadas en desuso. En la actualidad, colaboran también con la FNYH en la plantación y mantenimiento de árboles autóctonos; con la complejidad que esta tarea supone, dada la dificultad que entraña el transporte de los plantones hacia estas áreas descuidadas de monte y matorral. «El problema del agua -para regarlos- lo hemos solucionado encontrando manantiales que nos permiten llenar depósitos».

    Los Martínez-Conde van a reconstruir otra cabaña en breve. «El tejado de lajas de piedra, típico de estas construcciones, se ha derrumbado al pudrirse las vigas». Además, «los paneles solares permitirán alimentar los pastores eléctricos que impiden el paso de las vacas», para que no se coman o pisen el futuro bosque de El Haya.

    Se han firmado diez acuerdos de 25 años para mejorar los hábitats de la cuenca del río MieraSe han firmado diez acuerdos de 25 años para mejorar los hábitats de la cuenca del río Miera

    Reservas entomológicas

    La cuenca del Miera cuenta con tres especies de insectos protegidas por la Directiva Hábitats de la Unión Europea: los escarabajos ciervo volante (Lucanus cervus) y gran capricornio (Cerambyx cerdo) y el caballito del diablo (Coenagrion mercuriale), cuya presencia indica la calidad del hábitat.

    «Hasta el momento no había estudios exhaustivos de la presencia de tales especies», subrayan desde FNYH. Sin embargo, el proyecto Life+ Miera ha permitido localizar once poblaciones de ciervo volante y seis de caballito del diablo.

    A lo largo del presente año se promoverá la creación de reservas entomológicas voluntarias, estableciendo acuerdos con los propietarios de terrenos y la Asociación Española de Entomología, para que, por ejemplo, el caballito del diablo pueda encontrar regatos de aguas tranquilas y someras donde depositar sus huevos en verano. Y se potenciarán las medidas de concienciación entre locales y visitantes para acercarles un catálogo de «buenas prácticas de conservación».

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