EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

La «estratega» manzanilla de Escombreras, planta del año 2017

Cartagena (Murcia) es la única localidad europea donde crece. Pero en la actualidad solo existen dos poblaciones, ocupando una superficie que no supera las dos hectáreas

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Aún no ha concluido 2016 y ya conocemos qué especie ostentará durante 2017 el título de Planta del Año. Se trata de la manzanilla de Escombreras (Anthemis chrysantha), catalogada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, oriunda de la costa de Cartagena.

La manzanilla de Escombreras es una pequeña planta herbácea que «ha desarrollado una serie de estrategias de supervivencia singulares para adaptarse a las duras condiciones climáticas del ambiente semiárido típico del sureste español donde vive», explica María José Vicente, investigadora de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPC) y responsable del proyecto de conservación de la especie, que apoya la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente

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ABC Natural ha hablado con Vicente sobre el futuro de la especie: «El cambio climático, con el aumento de la temperatura y la pertinaz sequía que estamos padeciendo en los últimos años, abre una gran incógnita sobre qué ocurrirá con la especie, cuyo destino dependerá, sin duda, de su capacidad de respuesta a estas nuevas amenazas».

¿Qué estrategias, pues, pone en práctica la manzanilla de Escombreras?

Su ciclo anual comienza en otoño con la germinación de las semillas gracias a las primeras lluvias de septiembre u octubre, mientras que la floración se produce en primavera y las nuevas semillas maduran hacia el mes de junio. En verano las plantas mueren, pero son capaces de persistir sobre el terreno durante varios meses, de tal forma que sus valiosas semillas permanecerán en las plantas secas protegidas de predadores muy activos en la época estival, como pájaros e insectos, formando lo que se conoce como banco aéreo de semillas. En el otoño siguiente, la liberación de estas nuevas semillas se producirá de manera gradual con los diferentes episodios de lluvia, con lo que irán cayendo a un suelo húmedo que favorecerá, además, su germinación.

Si las condiciones son favorables y disponen de agua ¿germinan todas las semillas?

Los tapices verdes que forman los ejemplares de manzanilla son auténticas defensas contra la erosión del suelo

No. Se sabe que esta curiosa planta tiene dos tipos de semillas: unas de color blanco que germinan nada más caer al suelo y otras más oscuras que prácticamente no germinan, de tal forma que se van acumulando formando un banco de semillas en el suelo. Este banco constituye una reserva muy importante para la especie, ya que permite que se pueda establecer una nueva generación de plantas después de un año de extrema sequía, relativamente frecuente en esta zona, en el que se ha podido producir un fallo en la floración y fructificación de la población natural, y por tanto apenas habrá producción de nuevas semillas.

¿Por qué es importante la manzanilla de Escombreras para los ecosistemas donde crece?

Los tapices verdes que forman los ejemplares de manzanilla en las laderas donde crecen constituyen auténticas defensas contra la erosión del suelo; son fábricas de materia orgánica que captan cantidades de CO2 del aire; sus flores alimentan a un sinfín de insectos polinizadores y sus semillas suponen una fuente de alimento para varias especies de hormigas. Estos insectos, a su vez, sirven de alimento a determinadas especies insectívoras que, en determinadas épocas del año, se alimentarán de especies que pueden ser plaga para los cultivos. Y de esta manera podríamos describir numerosas relaciones interespecíficas que, cuando funcionan correctamente, siempre acaban beneficiando al hombre.

¿Cuál es su área de distribución en la actualidad?

Se trata de un endemismo iberonorteafricano que tan solo crece en la costa noroeste de Argelia, en los Departamentos de Orán y Mostaganem, y en Cartagena (Murcia) como única localidad europea. A día de hoy, existen únicamente dos poblaciones naturales en Cartagena, con un área de ocupación total no superior a dos hectáreas. Una se encuentra situada en la pequeña Isla de Escombreras, visible desde el puerto de la ciudad y de la que toma su nombre, y otra en la Punta de La Azohía, en uno de los extremos del golfo de Mazarrón.

¿Cómo habéis logrado reintroducir la población que había desaparecido en la Punta de Aguilones?

El objetivo principal del proyecto «Acciones para la conservación en el litoral de Murcia de la manzanilla de Escombreras (Anthemis chrysantha), una especie en peligro de extinción», de un año de duración y que comenzó en 2015, fue aumentar el número de poblaciones viables de la especie con la finalidad de conectar ecológicamente las dos únicas poblaciones naturales que existen en Europa. Para ello, se han introducido dos nuevas poblaciones, una en la Cala del Bolete Grande y otra en la Algameca Chica, parajes localizados a los pies de la Sierra de la Muela y en las proximidades del puerto de Cartagena, respectivamente. Y también se han reintroducido ejemplares de manzanilla en la Punta de Aguilones, en la zona continental de Escombreras, donde se localizaba una población actualmente extinta.

La Universidad de Cartagena conserva lotes de miles de semillas de manzanilla en su banco de germoplasma

Aunque ya se ha obtenido una primera generación de plantas en las nuevas localizaciones, las poblaciones deberán ser viables por sí mismas a largo plazo y esto es lo que determinará el éxito final de las introducciones. Para afrontar este objetivo fueron necesarias unas 6.000 plantas de manzanilla, que se criaron en los invernaderos de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la UPC, y miles de semillas que se recolectaron de ambas poblaciones naturales.

Dispusimos de un presupuesto total de 52.000 euros: 26.000 euros fueron aportados por la Fundación Biodiversidad y 20.000 por la Autoridad Portuaria de Cartagena.

¿Cuáles son los próximos pasos?

Aunque ahora mismo no hay ningún tipo de subvención para continuar con las acciones de conservación de la especie, la Universidad Politécnica de Cartagena mantiene su compromiso con la recuperación de esta joya botánica de la Región de Murcia, conservando lotes de miles de semillas de manzanilla en su banco de germoplasma y continuando con el seguimiento de las nuevas poblaciones por parte de los investigadores responsables del proyecto. El siguiente paso tendría que ser la elaboración del plan de recuperación de la especie, en el que se definan las medidas necesarias para garantizar su recuperación y conservación, reduciendo sus amenazas y protegiendo o mejorando los hábitats donde crece la especie tanto actuales como potenciales.

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