Caimán aguja
Caimán aguja - ABC

De cazadores de cocodrilos a héroes medioambientales

En Bahía de Cispatá (Colombia) llevan diez años recuperando la población del amenazado caimán de aguja; lo que ha permitido el fortalecimiento del sector turístico de la zona y permitirá también el uso comercial de la especie

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Jose Luis Miranda, Gabriel Pacheco o Ede Díaz son tres conservacionistas convencidos que en otro tiempo, tal y como reconocen, se dedicaban a capturar cocodrilos de forma ilegal para vender su piel y su carne. «Éramos unos depredadores muy verracos», aseguran.

Sin embargo, desde hace diez años, han experimentado un cambio radical de mentalidad. Y ahora se dedican a enseñar a los niños la importancia de cuidar el medio ambiente. Esta labor de sensibilización forma parte de un proyecto más amplio de conservación de una especie concreta (el caimán de aguja) y de turismo vinculado a la naturaleza que se desarrolla en la Bahía de Cispatá (Colombia); en particular con los esfuerzos de los habitantes del municipio de San Antero.

Cispatá es uno de los últimos reductos que existen en Colombia para las poblaciones de caimán de aguja, reptil catalogado en peligro de extinción tras ser cazado de forma indiscriminada entre 1930-1970.

«Las comunidades rurales son muy importantes en la aplicación de las resoluciones de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites): ellas están sobre el terreno en contacto con las especies protegidas», manifiesta Juan Carlos Vásquez, miembro de la institución.

«Mover al caimán de aguja del Apéndice I de la Cites (que incluye a las especies sobre las que se cierne el mayor grado de peligro) al II (donde figuran aquellas que no están necesariamente amenazadas de extinción, pero que podrían llegar a estarlo a menos que se contrale estrictamente su comercio) permite que las comunidades tengan acceso a los recursos, con un impacto medible muy positivo», asegura Alejandro Larriera, experto en cocodrilos.

Giovanni Ulloa, por su parte, biólogo de la organización Asocaimán, explica cómo la comunidad de San Antero está explorando «otras posibilidades de hacer uso comercial de la especie en el tema del manejo de huevos y cría del caimán de aguja para poder obtener pieles que llevar a los mercados internacionales».

De Depredadores a Héroes - From Poachers to Heroes from DSD OAS on Vimeo.

Caimán aguja: características

El caimán aguja pasa la noche casi siempre en el agua y por la mañana se traslada a los márgenes de las masas de agua para calentarse bajo los rayos del sol, explican desde el zoológico de la ciudad colombiana de Barranquilla.

El caimán aguja está catalogado como un «organismo peligroso para el ser humano», aunque son muy pocos los ataques verdaderamente documentados, subrayan desde el centro.

Son carnívoros depredadores. Los individuos jóvenes consumen grandes cantidades de insectos y otros invertebrados; los adultos, en cambio, cazan anfibios, aves, grandes crustáceos y mamíferos.

Por ser gregarios, el caimán aguja, disemina una gran cantidad de materia orgánica por medio de sus excrementos, lo cual ayuda a las poblaciones de peces enriqueciendo el lecho del río.

Los ejemplares más viejos son de un gris opaco, dejando atrás su color verde oliva característico. Y su nombre deriva de la forma de su hocico, que se adelgaza hacia la punta.

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