Foto aérea de una instalación de Shell en el delta del Níger
Foto aérea de una instalación de Shell en el delta del Níger - AFP
ACUERDO EXTRAJUDICIAL

Shell pagará 70 millones de euros por los dos vertidos en el delta del Níger de 2008

El dinero irá directamente a las cuentas bancarias de 15.600 personas de la comunidad Bodo y a un fondo para proyectos para la región

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Shell Petroleum Development Company of Nigeria, empresa de la multinacional Royal Dutch  Shell, indemnizará con 84 millones de dólares (cerca de 70 millones de euros) a las personas afectadas por dos vertidos de petróleo al sur de Nigeria en los años 2008 y 2009.

Los abogados de los 15.600 pescadores y agricultores vilipendiados por el derrame confirmaron que sus clientes recibirán 3.300 dólares por las perdidas causadas en la crisis. El resto, servirán de fondo para para proyectos en la comunidad residente en Bodo, en la región del Delta del Níger.

Ya el pasado mes de noviembre, Amnistía Internacional denunciaba que el gigante petrolero mintió reiteradamente sobre el tamaño y el impacto de los vertidos ocurridos en Bodo para tratar de reducir al mínimo las indemnizaciones.

De igual modo, la organización aseguraba que Shell sabía desde hace años que sus oleoductos en el Delta del Níger eran viejos y defectuosos.

«Amnistía Internacional (AI) cree firmemente que Shell sabía que los datos sobre Bodo eran erróneos. En caso contrario, sería escandalosamente negligente, pues les dimos en reiteradas ocasiones datos que mostraban que habían subestimado enormemente los vertidos», aseguró entonces Audrey Gaughran, directora de Asuntos Globales de Amnistía Internacional.

«Shell se ha negado a dialogar con nosotros y sólo ahora, cuando se han encontrado ante un tribunal británico, se ha visto obligado a decir la verdad», añadió la experta.

Según el informe de la investigación conjunta de Shell sobre el primer vertido de petróleo de la zona de Bodo del delta del Níger, sólo se vertieron en total 1.640 barriles de crudo. Sin embargo, basándose en una evaluación independiente publicada por la empresa estadounidense Accufacts Inc., AI calculó que la cantidad total del vertido era superior a 100.000 barriles, lo que Shell negó, defendiendo reiteradamente su cifra, muy inferior.

Los problemas de la industria

Sin embargo, este no es el único quebradero que proporciona la industria del petróleo a la población de Nigeria.

El pasado febrero, Lamido Sanusi, entonces gobernador del Banco Central del país africano, acusaba a la compañía nacional del petróleo local -Nigerian National Petroleum Corporation- de saquear de forma sistemática los ingresos del oro negro.

Entonces, durante una comparecencia ante el comité de finanzas del Senado, Sanusi aseguró que, de 67.000 millones de dólares vendidos de petróleo entre enero de 2012 y julio de 2013, cerca de 20.000 millones se habían «perdido».

Tras la denuncia pública sobre la flagrante corrupción que asolaba el país, la reacción del Gobierno de Nigeria no se hizo esperar. Aunque ésta quizá no fuera la deseada: en lugar de abrir una investigación, el Ejecutivo decidió apartar de su cargo a Sanusi. Desde entonces, éste se ha convertido en uno de los más fieros críticos con el poder estatal. Y ahora, sobre un mayor pedestal. Recientemente, Sanusi era elegido nuevo emir de Kano, tras la muerte días atrás de su antecesor, Al-Haji Ado Bayero, a los 83 años. El cargo es capital en Nigeria. El emir de Kano, estado al norte de Nigeria, es la segunda figura más importante del islam en la región.

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