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Todo lo que no debes olvidar para viajar seguro estos días

Cargar adecuadamente el coche, no viajar sin antes haberlo revisado en puntos clave, entretener a los niños con un poco de imaginación... Estos y otros consejos cobran valor en estas fechas como nunca para echarse a la carretera en condiciones

Madrid Actualizado: Guardar
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Es el «pan nuestro» de cada verano es para, la mayoría, un quebradero de cabeza. Y eso que cargar de forma adecuada el coche resulta «vital« por seguridad, eficiencia y hasta confort. Por todo ello, ten en cuenta:

- En lo posible, meter todos los objetos en el maletero del coche, incluso los ligeros, para evitar llevarlos en el habitáculo. Coloca la carga de forma compensada, para que no afecte en exceso a la estabilidad del vehículo.

- Hablando del maletero, todo lo más pesado, siempre debajo: las maletas grandes y rígidas deben ir situadas al fondo, y el resto encima. Todo ello tiene que viajar bien sujeto.

- Si la carga no llena del todo el maletero y puede llegar a moverse, sujétala con «pulpos» elásticos, cuerdas o redes específicas.

Muchos automóviles, sobre todo modernos, cuentan con argollas fijas en el maletero para estibar los enseres que metamos.

- No coloques objetos sobre la bandeja trasera que limiten la visibilidad del conductor. Además, una frenada brusca los convertirá en peligrosos «proyectiles» que, a buen seguro, provocarán serias heridas a los pasajeros.

- Abrocha los cinturones de los asientos traseros, aunque no haya pasajeros en esas plazas. Supone una sujeción adicional que contribuye a evitar que el equipaje pudiera llegar a desplazarse del maletero al interior del habitáculo.

- Procura no llenar el maletero «porque sí». Seguro que en destino acabarás comprando objetos (siempre pasa) que terminarán volviendo a casa.

- Es importante recordar que el comportamiento del coche cambia viajando cargado. Además de la pérdida de potencia, más evidente cuanto menor motor tenga, la distancia de frenada es superior y el balanceo en curva, más acusado.

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  1. Cargar el maletero: llega el sudoku

    Es el «pan nuestro» de cada verano es para, la mayoría, un quebradero de cabeza. Y eso que cargar de forma adecuada el coche resulta «vital« por seguridad, eficiencia y hasta confort. Por todo ello, ten en cuenta:

    - En lo posible, meter todos los objetos en el maletero del coche, incluso los ligeros, para evitar llevarlos en el habitáculo. Coloca la carga de forma compensada, para que no afecte en exceso a la estabilidad del vehículo.

    - Hablando del maletero, todo lo más pesado, siempre debajo: las maletas grandes y rígidas deben ir al fondo, y el resto encima. Todo tiene que viajar bien sujeto.

    - Si la carga no llena el maletero y puede llegar a moverse, sujétala con «pulpos» elásticos, cuerdas o redes específicas. Muchos automóviles, sobre todo modernos, cuentan con argollas fijas en el maletero para estibar los enseres que metamos.

    - No coloques objetos sobre la bandeja trasera que limiten la visibilidad del conductor. Además, una frenada brusca los convertirá en peligrosos «proyectiles» que, a buen seguro, provocarán serias heridas a los pasajeros.

    - Abrocha los cinturones de los asientos traseros, aunque no haya pasajeros en esas plazas. Supone una sujeción adicional que contribuye a evitar que el equipaje pudiera llegar a desplazarse del maletero al interior del habitáculo.

    - Procura no llenar el maletero «porque sí». Seguro que en destino acabarás comprando objetos (siempre pasa) que terminarán volviendo a casa.

    - Es importante recordar que el comportamiento del coche cambia viajando cargados. Además de la pérdida de potencia, más evidente cuanto menor motor tenga, la distancia de frenada es superior y el balanceo en curva, más acusado.

  2. Viajar con niños, todo un reto

    Viajar en coche con menores y relajarse puede ser misión imposible, siempre con los recurrentes «¿cuánto falta?», «¡mamá, me aburro!» o «¡papá, me he mareado y tengo pis!». Pero hay trucos para hacer los trayectos sean más agradables y evitar estrés y tensiones. Así que:

    -Elige bien la hora de salida: viajar de madrugada e incluso de noche es una opción a valorar. A esas horas, los niños pasarán buena parte del trayecto durmiendo, lo que disminuirá el número de paradas. Los pequeños pueden viajar en pijama más cómodos. En caso de ir de día, adapta el horario para coincidir con las horas en las duerman habitualmente.

    - No llenes el habitáculo de cachivaches, pero ten a mano (en una bolsa bien sujeta) aquello que puedan necesitar: pañales, chupetes... Conviene darles de beber con regularidad.

    - Recurre a juegos en familia y tecnología: muchos coches disponen de conexión WiFi incorporada, aunque los aparatos electrónicos no siempre son la mejor solución. En general, la mejor forma de mantenerles entretenidos es jugando en familia al «veo, veo», las «palabras encadenadas»...

    - Planifica bien la ruta para evitar equivocaciones. El navegador está cada vez más extendido y, en último extremo, Google Maps busca por ti el camino adecuado, reduciendo distancias y tiempo a invertir; se puede imprimir como guía de viaje.

    - De antemano, establece paradas para combatir el aburrimiento: en viajes de más de dos horas hay que hacer varias según la distancia. Y no es necesario esperar a que los niños pidan ir al baño: estirar las piernas y correr un rato les animará y les sacará del aburrimiento. Como norma, suma al viaje 30 minutos por cada parada, para lograr una estimación realista de la hora de llegada.

    - Prepara un picnic viajero para dar una alegría al estómago: picar (ojo, no de continuo) alivia el aburrimiento y levanta el ánimo. Si la hora de comer coincide con el viaje, haz un picnic en condiciones para evitar derroches en áreas de servicio: llena bolsas de comida variada y saludable, y evita alimentos que manchen fácilmente, como patatas fritas o chocolate.

    - Vigila los sistemas de seguridad y la temperatura: es adecuado viajar a 21ºC de promedio. Los sistemas de retención infantil son obligatorios para todos aquellos de menos de 135 cm de estatura, también en los vehículos de alquiler. Recuerda que, en caso de accidente, su uso reduce un 75% las muertes y un 90% las lesiones.

  3. Bacas y bicis: todo bien sujeto

    - Si puedes evitarlo, ni lleves baca o elementos amarrados al exterior del coche, carros y remolques incluidos. Todo ello condiciona, y no para bien, su dinámica, alargando las frenadas, aumentando el consumo de forma ostensible y alterando el comportamiento general del vehículo, algo que sobre todo notarás al superar baches y conduciendo por trazados de curvas.

    - Si con todo has de recurrir a bacas porque no te queda otra, las mejores son las cerradas o cofres, más caras pero lógicamente concebidas como maleteros suplementarios y herméticos. Cuentan con cerradura por seguridad y exhiben forma aerodinámica.

    - Si llevas bicicletas, sujétalas firmemente para evitar accidentes, sobre todo con aquellos que te sigan en carretera. En el techo y en portabicis traseros (los mejores, por ser los más cómodos y seguros, son los que se soportan sobre una bola de remolque tradicional) suelen sujetarse en las dos ruedas mediante cintas ajustables y con una firme barra diagonal. Antes de subir las bicicletas, quita todos los complementos que puedan caerse o soltarse: desde bidones a cuentakilómetros, inflador…

    - Reduce la velocidad llevando amarrados bacas, bicis o carros al coche: la aerodinámica se verá siempre afectada.

    - Cuando aparques, recuerda en todo momento que con bacas y bicis sobre el techo la altura es mayor, de modo que ojo al acercarte a estacionamientos techados, porque la falta de costumbre puede derivar en penosos percances.

    - Si estacionas en áreas de descanso o servicio, o simplemente a estirar las piernas o reponer combustible, no te alejes mucho del coche: los vehículos cargados en vacaciones son todo un «imán» para los amigos de lo ajeno. Una vez llegados a destino, y de nuevo por seguridad, conviene quitar del coche todos estos complementos.

    - Recuerda que en autopistas de peaje el precio de uso por turismo se encarece arrastrando carros o caravanas.

    - Sobre los últimos, los más pesados cuentan con un sistema de frenada propio, pero muchos carecen de él, de modo que tanto para maniobrar como, sobre todo, para circular debes calcular que llevas una carga anclada al coche, pero por detrás de éste. Anticipa cualquier movimiento y vigila sobremanera el viento lateral, que tendrás que compensar con leves giros de dirección.

  4. ¿Y nuestra mascota?

    Estos «pasajeros» no suponen problema si planificamos todo con previsión. Sobre todo en el caso de perros y gatos, para que viajen bien conviene acostumbrarles desde pequeños. A fin de cuentas, son espacios angostos y en movimiento, con elevados índices de temperatura, humedad o sequedad, a los que no están acostumbrados. Además:

    - Antes del viajar, acude al veterinario para que le haga una revisión completa. Infórmate de las medicaciones a administrar para evitarles mareos y tranquilizarlos si fuese necesario.

    - Un animal suelto en el vehículo supone un grave riesgo: aumenta la distracción del conductor, interfiere en la conducción, puede provocar daños al resto de ocupantes en caso de frenazo...

    - Según el Reglamento General de Circulación, el conductor del vehículo «está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y atención permanente en la conducción». Además, debe cuidar especialmente la adecuada colocación de los objetos o animales transportados. En este sentido, la Ley sobre Tráfico, Circulación de vehículos a Motor y Seguridad Vial asegura que «en el caso de llevar mascotas en el coche, los agentes de tráfico pueden inmovilizar todo vehículo en el que se detecten riesgos de visión interrumpida, errores en la posición de los pasajeros o inadecuada colocación de los objetos transportados (maletas, bultos, mascotas)». De ahí que nuestros animales tengan que viajar sujetos dentro del coche. Según la DGT, viajando con perros en el interior de un vehículo llevaremos un separador que impida que ocasionen molestias o puedan causar distracciones.

    - Según la talla y peso del animal, hay diferentes sistemas de sujeción o retención, como redes de nylon (las más corrientes y económicas) que se enganchan a cuatro puntos fijos; barras separadoras (son horizontales y verticales, se adaptan a la altura y anchura del coche, y resultan fáciles de instalar por presión); arnés de seguridad (una sencilla correa que por un lado engancha al arnés del perro y, por otro, al broche del cinturón de seguridad, muy eficaces ante colisiones a poca velocidad son eficaces); barreras a medida (normalmente metálicas, hechas a medida para cada modelo); transportines (una buena opción al reducir la movilidad del animal).

    - Antes de iniciar viaje, asegúrese de que el animal ha hecho sus necesidades. En ruta, para cada cierto tiempo para sacarlo a dar una vuelta. Se recomienda que el animal esté en ayunas las 12 horas previas al viaje.

    - No lleves al animal en brazos ni coloques el transportín en el asiento del copiloto en coches con airbag.

    - Si haces paradas, nunca dejes al animal en el interior del coche al sol, siempre a la sombra y con una rendija abierta de la ventanilla para favorecer la ventilación. Dale agua en situaciones así.

    - Al llegar a destino, dale un pequeño paseo, un buen cuenco con agua y déjelo descansar.

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