El prototipo Shel T25 muestra una línea alta y estrecha
El prototipo Shel T25 muestra una línea alta y estrecha - SHELL
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Shell T25: el coche «ultraeficiente» y reciclable para las ciudades del futuro

Este prototipo ha sido desarrollado conjuntamente por la petrolera anglo-holandesa, el diseñador de Fórmula 1 Gordon Murray y la consultora Geo Technology

Madrid Actualizado: Guardar
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En el año 2050 las tres cuartas partes de la población mundial vivirán en la ciudad, y sus coches y la contaminación que estos generan también. Para evitar que esta superpoblación de vehículos urbanos derive en urbes repletas de polución, los fabricantes de coches están desarrollando tecnologías cada vez más eficientes, que reduzcan el consumo de combustibles y las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Esta es la premisa en la que se han basado la petrolera Shell, el diseñador de los McLaren de Fórmula 1 Gordon Murray y la consultora de ingeniería Geo Technology para desarrollar el prototipo Shell T25: el coche «ultraeficiente» para las ciudades del futuro.

En contra de la tendencia actual de fabricar vehículos eléctricos o híbridos

, el Shell T25 esta equipado con un motor de gasolina –de tres cilindros y 660 CC– que solo consume 2,64 litros por cada 100 kilómetros. En lo referente a las emisiones de CO2, el T25 contamina un 32% menos que la media de vehículos híbridos según los resultados obtenidos en el NEDC (New European Driving Cycle), el ciclo de homologación que tienen que superar los coches en Europa. Asimismo el prototipo alcanza una velocidad máxima de 156 km/h.

El concept car de Shell se ha desarrollado a partir de la optimización de una versión anterior creada por Gordon Murray en 2010. Se ha reducido su peso desde los 620 kilogramos iniciales hasta los 550 kg sin mermar la seguridad del habitáculo. Esto ha sido posible porque la carrocería se ha fabricado con fibra de carbono reciclada. Y es que, a pesar de sus reducidas dimensiones (2,5 metros de largo x 1,6 de alto x 1,35 de ancho), el Shell T25 ofrece una gran resistencia a los impactos gracias a la tecnología de Fórmula 1 empleada en su fabricación.

Este prototipo es el resultado del desafío «Project M» de Shell: más de un año de colaboración entre los desarrolladores y su compromiso por dar solución a los problemas energéticos y de movilidad en el mundo.

El proceso de construcción del Shell T25 se ha focalizado en reducir los costes y la contaminación. Para conseguir un vehículo ligero a la par que seguro, algunas de las piezas se han fabricado con impresoras 3-D y se han utilizado materiales de bajo consumo energético. Esto ha permitido acelerar la construcción del prototipo además de reducir el coste, ya que, usando estas piezas impresas, el ensamblaje del vehículo ha costado la cuarta parte de lo que cuesta el proceso convencional de los coches fabricados en cadena.

Además de eficiente, ligero y seguro, el Shell T25 presenta una estética divertida. Diseñado con una línea «alta y estrecha», presenta un interior voluminoso con capacidad para tres personas y el asiento del conductor situado en posición central, lo que le otorga un cierto aire deportivo. Pero lo que sin duda es la mayor novedad y contribución de este prototipo, es que –una vez agotado su ciclo de vida– se podrá reciclar por los materiales utilizados en su fabricación.

El Shell T25 es la prueba de cómo se puede conseguir la máxima eficiencia energética utilizando las tecnologías disponibles hoy en día, pero con la vista puesta en el futuro. Mark Gainsborough, vicepresidente ejecutivo de la división de lubricantes de Shell, ha declarado estar orgulloso de lo que han conseguido los científicos de la compañía y sus colaboradores, y ha calificado el proceso como «un hito significativo en la ingeniería del automóvil».

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