Seguimos viajando con las ruedas mayoritariamente mal

La combinación de neumáticos con presiones bajas y fuerte calor compromete la seguridad del 73% de los automovilistas españoles que viajan estos días, lo que es tanto como afirmar que 3 de cada 4 automovilistas se enfrentan a trayectos por carretera con elevadas temperaturas y neumáticos en malas condiciones, a menudo bajos de presión, lo que multiplica de forma exponencial el riesgo de accidente, además del propio consumo del vehículo.

En la práctica, el riesgo de reventón se triplica en los automóviles con neumáticos con 0,5 atmósferas por debajo de lo indicado por el fabricante del vehículo

El peligro de incidente es extremo para un 1% de los automovilistas, aquellos que no dedican la menor atención a las cubiertas del coche y son capaces de viajar con 0,75 atmósferas menos de presión en alguno de los neumáticos, incluso cuando van a cubrir cientos de km, advierten desde Grupo Andrés.

Los reventones se producen generalmente tras cubrir un buen número de km de un tirón con temperatura elevada y el coche cargado hasta arriba. En caso de rodar repleto de pasajeros y equipaje se puede subir la presión una o dos décimas por rueda. Ese pequeño exceso, que evita un sobrecalentamiento excesivo en condiciones extremas, desaparece en menos de 15 días.

Otro problema añadido que está disparando los incidentes durante el verano es la proliferación de cubiertas de segunda mano, comercializadas sin ninguna clase de control de calidad.

Los expertos recuerdan que bastan un par de minutos en una estación de servicio para verificar la presión de las cubiertas y reducir al mínimo el riesgo de reventón. Hay que examinarlas en frío y a ser posible con un equipo medidor de confianza.

Hay que señalar que las gomas con presiones por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo se desgastan más deprisa que las bien mantenidas, que son menos resistentes a los pinchazos y que pueden reventar cuando chocan con un socavón. Sus carcasas también se deforman mucho más en cada giro, aumentando su resistencia a la rodadura e incrementando el gasto de combustible.

El elevado número de reventones en autovías y carreteras secundarias se evidencia en las bandas de rodadura y las cubiertas deshechas abandonadas sobre el asfalto. Un verdadero problema, pues la explosión incontrolada de una cubierta compromete la estabilidad del automóvil y asusta a la persona al volante, propiciando una peligrosa pérdida de control.